Enlace Judío México e Israel.- La inauguración de la Nunciatura Apostólica en Yafa, barrio periférico de Tel Aviv, hace hoy 25 años culminó la formalización de las relaciones diplomáticas entre Israel y el Vaticano, superada su dimensión teológica pero aún con el escollo terrenal de definir el estatus de las propiedades eclesiásticas en Tierra Santa.

“Son más que unas relaciones bilaterales entre dos estados”, define el embajador israelí Oren David sobre el “componente interreligioso” de estas, en conversación telefónica con Efe desde el Vaticano, donde un día como hoy de 1994 también quedó inaugurada la embajada en la Santa Sede.

La apertura de las representaciones diplomáticas en ambos estados institucionalizó el “Acuerdo Fundacional” firmado el 30 de diciembre de 1993, tras décadas de contactos.

“Israel siempre estuvo dispuesto, pero por aquel entonces hubo un cambio en la atmósfera internacional: de normalización con el mundo, el colapso de la Unión Soviética, relaciones con India y China, procesos de paz con Jordania (1994) y el Acuerdo de Oslo con los palestinos (1993)”, pone en contexto Oren.

Para Akiva Tor, director del departamento de cultos del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, fue el Concilio Vaticano II (1965) que eliminó la imputación al pueblo judío y sus descendientes de la muerte de Cristo, lo que posibilitó el camino hacia la normalización.

Así, la relación entre los dos países no solo se circunscribe a lo político sino a la cooperación académica, el peregrinaje a Tierra Santa y el diálogo “interreligioso” (judeo-católico), como simbolizó el abrazo entre en 1986 del rabino Elio Toaff y el papa Juan Pablo II, quien se refirió por primera vez a los judíos como “hermanos mayores” y accedió a una sinagoga.

Descritas como “muy buenas” por David, las relaciones están consolidadas aún con la indefinición legal de propiedades eclesiásticas en Tierra Santa, especialmente en Jerusalén, cuya parte oriental está ocupada por Israel, y sobre la que la Santa Sede ha reclamado históricamente un estatus jurídico internacional.

La compleja realidad se refleja en que el nuncio, hoy Leopoldo Girelli, se encarga tanto de la Nunciatura en Israel, como de la Delegación Apostólica en Jerusalén, que también abarca territorio palestino.

La promoción el año pasado de un proyecto legislativo israelí para expropiar retroactivamente propiedades de las iglesias y una regulación de tasas municipales a bienes inmuebles del que han estado exentas históricamente dieron lugar a un inédito cierre de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde según la tradición fue crucificado, enterrado y resucitó Jesucristo.

Custodiada por las iglesias católica, armenia y greco-ortodoxa, que gestionan los principales lugares santos de la ciudad, esta “revuelta” puso al frente a la comunidad cristiana en el pulso que mantiene con las autoridades israelíes, ya que gran parte de sus edificios están en territorio palestino ocupado.

Los líderes católicos participaron de nuevo esta semana en una protesta de las iglesias cristianas contra la venta de edificios de propiedad greco-ortodoxa a organizaciones colonas judías en la Ciudad Vieja, validada por el Tribunal Supremo israelí.

La Iglesia católica, la única que desde el Vaticano se relaciona a nivel diplomático con el Estado de Israel, continúa las negociaciones en un grupo de trabajo bilateral sobre este asunto que comenzó con la creación del Estado de Israel en 1948,y que hoy marchan en la buena dirección, asegura el embajador israelí.

David no duda de que las relaciones están selladas, como mostrará el timbre conmemorativo que lanzarán este año a la vez en ambos estados, con la imagen de una iglesia y una sinagoga, para conmemorar un cuarto de siglo del histórico acuerdo.

“En cierto modo, hay una relación singular entre Israel y la Iglesia católica – entre las cristianas – pero hay relaciones excelentes con otras iglesias, como la evangélica en el mundo”, asegura sobre la dimensión interreligosa de la diplomacia del Estado judío.

 

 

Fuente: lavanguardia.com