Enlace Judío México e Israel.- Con el impresionante final del US Open, considerado como uno de los cuatro grandes torneos de Golf en el mundo y con el sorpresivo año en este maravilloso deporte en el que Tiger Woods nos mostró que no hay imposibles, al ganar después de muchos años de sequía, el masters de Augusta, hoy, sólo por Enlace Judío, te platico de la mejor judía que ha cargado con un bastón para hacer maravillas con su golpeo, aquella niña que comenzó desde muy pequeña, se llama Amy Alcott y es una de las mejores golfistas.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO

Para platicarte de la mejor golfista judía de la historia y una de las inmortales en este deporte, nos tenemos que trasladar mentalmente a 1973, año en el que nuestro personaje del día gana de manera sorpresiva el torneo Junior femenil, con tan sólo 16 años, y de esa manera muestra estar preparada para hacer historia en el máximo circuito de la LPGA al cual accede a los 18 años, en 1975.

De inmediato Amy comenzaba a hacer mucho ruido en el deporte, y tan sólo en su tercer torneo como profesional, logra ganar su primer campeonato, lo cual le ayuda muchísimo en su ranking y gracias a esto, y a otros logros, termina ganando la novata jugadora.

Al pasar algunos años, Amy se posicionaba como una de las mejores golfistas del mundo y para 1979, ganar ya era costumbre para Alcott, prueba de ello fue que en 1979 y 1980 gana cuatro torneos, lo cual es bastante en este deporte y en el 80, además de esto, la LPGA le da el premio del mejor promedio en el deporte, lo que la posiciona como la mejor golfista del año. Cabe destacar que en 1979 Alcott gana su primer torneo grande, al ganar el Peter Jackson Classic, que hoy en día se conoce como el Maurier Classic y en 1980, gana su primer US Open.

Para 1981 y 1982, Amy seguía siendo una gran golfista, pero no fueron sus mejores años, sin embargo, para 1983, Amy vuelve a ganar su tercer “Major, en esta ocasión fue el Nabisco Dinah Shore, que también es otro de los mejores cuatro torneos.

Para 1984, Amy gana varios torneos, pero no se puede quedar con algún gran torneo, lo cual la baja un poco en el ranking de la LPGA, pero la sigue manteniendo dentro de las mejores golfistas del mundo.

Para 1985, Amy ya era considerada grande para el deporte y aunque tiene buenas participaciones en este año y en los siguientes dos, no termina ganando torneos importantes.

Ya cuando nadie la ponía dentro de las favoritas en 1988, Amy sorprende al mundo ganando el Nabisco Dinah Shore, por segunda vez en su carrera. Amy volvía a la cima del deporte, tomaba su segundo aire y decía presente en los torneos más importantes del circuito, gracias a las grandes actuaciones que tenía.

Los siguientes dos años fueron de grandes participaciones para Amy dentro del golf y aunque, en algunas ocasiones, se veía que los nuevos talentos le arrebataban algunos torneos, para 1991, Amy vuelve a ganar su quinto y último torneo grande, y lo termina haciendo de una manera suprema, al ganar por tercera ocasión el Nabisco Dinah Shore.

En la década de los 90’s, Amy intentó seguir en gran momento e ir por el último “Grande” que le faltaba, el Women’s PGA Championship y aunque tuvo buenas participaciones, en las cuales logró dos segundos lugares, el PGA Champioship fue el único grande que se le negó a Amy.

Para principios del nuevo milenio, Amy consiguió su victoria número 30 y con esto su ingresó al Salón de la fama internacional del golf y en el mismo 2000, el Salón de la Fama del judaísmo en el deporte, la congratuló al nombrarla como parte de la generación de inmortales en lo más alto del deporte judío.

Hoy en día, Amy entrena varias niñas en su academia, diseña ropa y sigue llevando el judaísmo.

 

 

 

 

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