Enlace Judío México / Yaakov Menken – Rashi (Rabí Shlomo Yitzjaki) cita un midrash fabuloso que pregunta: “¿Por qué el mérito de encender la Menorá se narra inmediatamente después del pasaje dónde se encuentra la ofrenda de los príncipes y el Tabernáculo? Porque Aarón al presenciar la Dedicación del Tabernaculo y ver las ofrendas de los príncipes se preocupó que ni él ni su tribu participaron en ella. D-os le dijo ‘Por tu vida, tu porción será más grande que la suya, pues tú prepararás y prenderás las luces.’”

A Najmanides sin embargo, e intriga demasiado la “consolación” que da D-os a Aarón. Se pregunta ¿cuál es la grandeza de las luces, tal que prepararlas y encenderlas supera las ofrendas de los príncipes? Tanto Aarón como sus descendientes eran responsables de muchas otras tareas, ¿por qué las luces de la Menorá son tan excepcionales que se es les separa de todo lo demás?

Según nuestro comentarista, este pasaje es una alusión eventos posteriores que ocurrirán durante las épocas del Segundo Templo; hace alusión a Janucá y a la dedicación del templo que será posible gracias a los descendientes de Aarón los hasmoneos (macabeos). He ahí su gran importancia.

Sin embargo el Ramban incluso cita fuentes que le dan mayor importancia a las luces. El Midrash Raba menciona que así como la bendición de los príncipes nunca fue nulificada las luces del templo tampoco lo fueron, incluso después de la destrucción del Templo, ya que estás luces son eternas.

En cuanto a la bendición de los príncipes es clara su influencia [se dice en los servicios] y se entiende la importancia de su significado. Sin embargo, en cuanto a las luces de la Menorá ¿por qué son necesarias incluso en el Exilio cuando no podemos hacer los sacrificios?

Ohr Gedalyahu responde: nuestros sabios nos cuentan que cuando los principes se acercaron a Moisés para dar sus ofrendas, él no quería aceptarlas puesto que en ningún momento no se había hecho un sacrificio de este estilo. Sólo cuando D-os le dijo que las aceptará, fue que lo hizo. Como tal, los sacrificios tienen dentro de ellos un elemento de la Torá Oral, un elemento que no se encuentra en el texto escrito. Así mismo la Menorá, el mérito de Aarón representa la luz ardiente de la Torá, y en un nivel cabalístico trae al mundo la habilidad de aprender Torá y producir nuevas ideas de Torá en el mundo.

Esta luz, como hemos visto, es eterna y se encuentra en las luces de Janucá. No sólo se encuentra en el Templo. Sino en cada uno de nosotros mientras prendemos la Menorá y traemos esa energía al mundo.

Fuente: torah.org