(JTA) — La reciente descripción de un fan en Twitter de la nueva serie de Netflix “Family Business” no está demasiado lejos: un “Breaking Bad francés pero con marihuana”.

La serie francesa, que debutó la semana pasada, es una extravagante comedia sobre una familia judía parisina, los Hazan, que convierte su fallida tienda de carne Kosher en una fábrica de marihuana. Y aunque carece de la macabra violencia de “Breaking Bad”, los dos programas comparten una confianza en el diálogo ingenioso y la actuación fuerte.

Con una sólida puntuación de 7.3 en el sitio IMDB, la serie tiene un gran atractivo, en gran parte debido a la forma en que combina raza y relaciones familiares con chistes de gases y escenas surrealistas. (Una muestra a los Hazan evitando por poco un arresto al decirle a la Policía que el cerdo muerto relleno de marihuana en su camión de carne Kosher ha sido diseñado genéticamente para recibir la aprobación rabínica).

Para los espectadores judíos en particular, la serie tiene múltiples capas de significado ocultos, y ofrece observaciones inteligentes sobre la capacidad del judaísmo para adaptarse y sobrevivir incluso cuando todo parece perdido, en Francia y más allá.

El declive de la tienda de carne de la familia Hazan en el distrito de Marais, por ejemplo, se hace eco de la partida en la vida real de los judíos y sus negocios del área que una vez fue el corazón de los judíos franceses. Anteriormente lleno de restaurantes Kosher, carnicerías y otras pequeñas empresas propiedad de judíos, el Marais ha cambiado radicalmente desde la década de 1980, convirtiéndose en un centro de bares y la meca para los compradores de moda boutique.

En lugar de vender y empacar, los Hazan deciden quedarse y adaptarse, en gran parte gracias a una red de mentiras y manipulaciones desarrolladas por el personaje principal del programa, Joseph, un fallido emprendedor de negocios y de voz suave interpretado por el comediante franco-judío Jonathan Cohen.

El atrevido plan, que implica desarrollar 3 millones de dólares de valor en droga a tiempo para la legalización planificada, también nace de la crisis en la familia de Joseph. Su padre sefaradí no se está adaptando bien a la reciente pérdida de la madre ashkenazí de Joseph.

La fusión de la ascendencia sefaradí y ashkenazí se celebra en la dieta de la familia, que aquellos con conocimiento reconocerán como un fiel reflejo de la realidad en muchas familias judías francesas y como un tributo a uno de los mayores logros de la comunidad judía francesa: su capacidad para trascender la división ashkenazí-sefaradí.

En una escena, en la que los Hazan se encuentran sirviendo comida a toda una delegación policiaca dentro de su laboratorio ilegal, la familia reparte los alimentos típicos de Europa del Este junto con el estofado de mloujiya del norte de África. En otro, el padre de Joseph, Gerard, el sefaradí, le pide a su suegra ashkenazi que cocine kishke, o como él lo llama “ese horrible platillo apestoso”, para camuflar el aroma de las plantas de marihuana en ciernes de los policías que trabajan al lado.

El producto característico de la familia, el paralelo del cristal azul de Walter White en “Breaking Bad” del canal AMC, se denomina “pastraweed”, una mezcla de pastrami y la palabra en inglés para marihuana.

Frases en ídish como “bubbele” salpican el diálogo, junto con la jerga judía del norte de África como “ya rab” y “miskin”. La introducción del programa presenta música klezmer.

Otro chiste local es sobre uno de los personajes legendarios de la comunidad judía francesa, el cantante Enrico Macias, quien a los 81 años presenta una imagen hilarante y autocrítica de sí mismo como un genio barato, un poco despistado y, en última instancia, bondadoso.

Entre líneas, el creador del programa, Igor Gotesman, también usó la biografía de la familia para construir una especie de microcosmos de la comunidad judía francesa: desde los elementos liberales representados en la hermana lesbiana de Joseph, Aure, hasta los conservadores, representados por Gerard.

La identidad judía de los personajes es omnipresente, especialmente en tomas que incluyen Mezuzás, Menoras e incluso el símbolo de la Hamsa, que cuelga del espejo retrovisor del camión de reparto de los Hazan. La atención a los símbolos es apropiada en una comunidad donde miles de miembros insisten en usar joyas y kipás judías a pesar de que los expone a ataques antisemitas.

Sin embargo, este aspecto de la realidad, un antisemitismo en aumento en el país que ha llevado a la partida de unos 30,000 judíos franceses a Israel en los últimos cinco años, casi no se encuentra en la serie. Hay una sola referencia a la situación de seguridad de la comunidad, e incluso entonces está en una escena en la que la Policía hace estallar una importante maleta dejada por error por uno de los personajes principales frente a la tienda de carnes.

Los escritores de la serie tampoco parecieron hacer un gran esfuerzo para explicar por qué los Hazan, una familia acomodada de clase media con una finca rural e hijos que asistían a universidades, son muy cercanos a una familia obrera musulmana en la que uno de los hijos es un conductor de Uber y otro es un traficante de drogas. Joseph vive con una mujer musulmana de esa familia, y su hermano es uno de los mejores amigos de Joseph.

Tales relaciones ciertamente existen en Francia. Pero son raras, nacidas de circunstancias inusuales que la serie no intenta explicar y, a menudo, se esfuerzan de tal manera que evitan explorarlas.

Tal vez el trato es demasiado esperar de una boba comedia de crimen de verano. Pero en un país cuya sociedad se está desgarrando por las cuestiones de raza y clase, “Family Business” ignora estos problemas a expensas de su relevancia tanto para los judíos de Francia como para el zeitgeist.

Aún así, “Family Business” tiene sus momentos significativos. En una de las escenas finales, Gerard, el malhumorado patriarca de la familia, le ofrece a Joseph un raro cumplido que parece resumir uno de los temas principales de la historia judía.

“Estoy orgulloso de ti”, le dice a Joseph. “Te caes, una y otra vez. Y cada vez que te caes, te levantas de nuevo”.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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