Enlace Judío México e Israel.- Es curioso cómo unas brigadas de carros tan formidables empezaron con tres carros Sherman reconstruidos a partir de material de desguace y 10 carros ligeros Hotchkiss franceses. La especial situación geográfica y el hostil entorno geopolítico forjaron un carácter y una filosofía dirigidos a la supervivencia.

EDUARDO PULIDO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Al terminar la guerra del Yom Kipur, el ejército israelí había sufrido graves pérdidas, alrededor de 2500 muertos, de los cuales más de la mitad era personal de las brigadas de carros de combate que cayó a consecuencia de los sistemas lanzacohetes RPG 7 y AT 3 Sagger, además de las minas contra carro, que son armas relativamente más baratas en comparación con los modernos carros de combate, como el Centurión, el M48 y el M60.

Después de esta guerra se implementó el programa “Tochmit ha merkava” que ya estaba en funcionamiento desde 1970 y que dirigía el general Yisrael “Talik” Tal, cuyas características principales tendrían que ser proteger la vida de los tripulantes y poder operarse durante horas. Por ello, el carro debía ser capaz de almacenar mucha munición y alojar a 4 tripulantes de forma confortable con un armamento principal muy potente, un armamento complementario contra infantería y una tecnología que debía ser de vanguardia.

El Mark I (1978)

Se colocó el motor diésel de 900 caballos y 12 cilindros en V Teledyne en la parte delantera para evitar las bajas de carristas. Se trataba de un motor que en caso de avería se tendría que poder cambiar en 1 hora.

La suave pendiente del diseño servía para minimizar el perfil, además de proteger frente a proyectiles con una combinación de blindaje de soldadura y de fundición, así como protección espaciada.

El cañón del Merkava sería un 105 mm L7/M68 de anima estriada, con dos ametralladoras, de las cuales una era pesada, de 12,70 mm. y la otra ligera de 7,62 mm. También estaba provisto de infrarrojos y de un sistema de encriptación de comunicaciones, entre otros. El costo era de alrededor de 7,8 millones de dólares.

El Mark II (1983)

La guerra del Líbano supuso la prueba de fuego para el Merkava y sirvió para mejorar el modelo siguiente. Una de las primeras modificaciones fue incluir redes de cadenas con bolas metálicas contra misiles Heat y así minimizar el punto débil de la unión del chasis y la torreta. También se añadieron placas de protección, un mortero de 60 mm y se fueron haciendo modificaciones a las placas con protección reactiva tipo Blazer. Se instaló un telémetro láser de neodimio y en algunos Mark se instaló el lanzagranadas MK19 en lugar de una ametralladora para la guerra urbana en el Líbano.

El Mark III (1989)

La incorporación más importante fue el nuevo motor diésel de 1200 caballos. Se añadió también un blindaje modular que se podía quitar y poner como se quisiera, cuya composición y diseño son secretos. La gran modificación fue el cañón IMI de 120 mm con un telémetro láser y control de tiro mediante ordenador balístico avanzado, rediseñados por empresas israelíes.  Otros de los elementos era un sistema electromagnético que avisa cuando el carro es fijado por el rayo láser del enemigo, además, contaba con una nueva protección ABQ contra la guerra biológica.

El Mark IV (1999- 2020)

Su motor es un turbodiésel de 1200 caballos con una velocidad de 65 km/hora.

Tiene placas moduladoras de compuestos cerámicos de blindaje reactivo (ERA), además de pintura especial no reflectante. Este vehículo lanza humo para confundir a las cámaras termográficas del enemigo.

El cañón de 120 mm MG 251 del tipo IV es capaz de disparar todo tipo de munición, incluso misiles. Y también se colocaron ametralladoras más potentes.

Además, este modelo cuenta con un sistema para disminuir la firma infrarroja y en sus últimas modificaciones con un sistema Trophy de protección activa que cubre 360° y que, cuando detecta un proyectil acercándose, calcula la trayectoria y lanza las contramedidas al instante.

El programa Carmel

Está claro que el futuro pasa por la robotización total o parcial con sensores de 360° con un motor hibrido, armamento de alta tecnología y un blindaje de un compuesto cerámico o metálico de alta protección y poco peso para dar velocidad y maniobrabilidad al vehículo.

En estos días se va a presentar el nuevo carro israelí del futuro con el chasis Carmel de 40 toneladas. La empresa Rafael ha desarrollado un carro semi robotizado que pueden tripular solo con dos operadores y un tercero para dirigir drones por control remoto. El sistema de protección activa está provisto de un potente ordenador de inteligencia artificial, que gracias a los sensores de 360° y un potente software, puede tomar decisiones de manera autónoma en segundos. Este vehículo se puede dirigir remotamente y cabe pensar que el carro estará provisto de un cañón láser o electromagnético, además de ametralladoras.

Israel siempre ha tenido que llevar la iniciativa e intentar adelantarse a los acontecimientos y en el terreno armamentístico también, por eso la innovación y la investigación son vitales para el moderno Estado israelí.

 

 

 

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