La Casa de Papel, la afamada serie de Netflix, que se puso de moda hace dos años a nivel mundial, acaba de sacar su tercera temporada y no solo es adictiva, sino que siempre nos deja al borde de nuestro asiento. Y casualmente, tiene orígenes judíos.

Estos orígenes judíos son variados, desde la máscara de Dalí y su amor por Israel, hasta sus conceptos y arte, que se han esparcido por toda la red, como fuego sobre gasolina.

No tiene más de un año desde que Bella Ciao, la canción de la serie española “La Casa de Papel”, invadió nuestras radios, antros y listas de reproducciones. Y aunque parecería que ya los fanáticos se olvidaron de la serie, apenas fue estrenada la tercera temporada, las redes otra vez claman sensación por ‘el profesor’ y todos sus secuaces.

Lo que pocos saben, es que esta hermosa y pegadiza canción, que los protagonistas usan para subirse la moral y así impulsarse entre ellos para resistir ante el asedio policial, tiene sus orígenes en uno de los eventos más fuertes de la historia judía: la Segunda Guerra Mundial y el holocausto. 

Para todo aquél que haya buscado la letra para entonarla, cantarla en el antro al bailarla o se la haya aprendido después de escucharla por la milésima vez; se dará cuenta de que entre las palabras que conforman la letra, el vocablo “partisano”, resalta a la vista.

Ahora, antes de seguir chiflando o tarareando la melodía, deberías de saber de qué se trata, aunque la protagonista (Tokio) explica brevemente sus orígenes.

Un poco tarde, ya empezada la Segunda Guerra Mundial, el dictador Benito Mussolini entró al conflicto, tomando partido con el movimiento nazi. Al cabo de pocos años, aquellos en desacuerdo con el liderazgo político, crearon el movimiento antifascista italiano y ‘Bela Ciao’ se convirtió en su himno.

Este giro inesperado de eventos, logró entregar una melodía que impulsaría los ánimos de la resistencia, al contar la historia de un hombre que encuentra tropas invasoras y se lanza a defender a su patria.

Al final de la guerra la canción se quedó como un recuerdo popular de la libertad sobre de cualquier imposición o fascismo, después a mediados de los 60’s recobró fuerza y sirvió como inspiración para las revoluciones culturales de mayo de 1968.

Ahora, para una mente maestra como el profesor, esta canción no simboliza nada más un impulso desvinculado del robo, sino una rebelión en contra del sistema capitalista, lo que justificaría la simpatía del espectador con los ladrones de la serie y no con los policías.

La idea es rebelarse contra la imposición del sistema financiero y el fascismo que impone el capitalismo sobre la sociedad, esto obviamente visto desde un punto de vista ideológico sobre toda la serie y no nada más los puntos vitales de la misma.

Eso conforme a la letra de la canción. Respecto a la melodía, también su orígen está sobre el judaísmo. La melodía misma proviene de un músico judío ashkenazí, es decir, de procedencia alemana. Su nombre era Mishka Ziganoff, un acordeonista ruso que tocaba sus melodías (con orígen en el klezmer) por el año 1919, en Nueva York. Con una idea de realizar una versión de la canción tradicional ‘Oi oi di Koilen’.

Tenemos que aceptar que Netflix tiene una gran parte de la culpa sobre el éxito de esta canción, sin embargo, su creación, desarrollo y resistencia al olvido, implica que es una verdadera pieza de arte. Combinada de dos orígenes culturales distintos, que conllevan un trasfondo relacionado con el judaísmo, Bella Ciao no es solamente una bonita tonada de una serie, sino que representa el leit motif completo de la historia de la Casa de Papel.

Esta melodía es, prácticamente, la resistencia como canción.


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