Enlace Judío México e Israel – A Christopher Landau, un abogado norteamericano de profesión que creció en medio de culturas hispanas y posee un ligero acento sudamericano al momento de hablar castellano, un origen judío le viene de padre.

De acuerdo a una entrevista con el nuevo jefe diplomático norteamericano en México publicada esta semana por el sitio de noticias mexicano SinEmbargo, su padre fue un nativo de Austria con ascendencia judía.

George Landau nació en Viena en 1920 en una zona rural cercana a la frontera con Alemania. Pero a sus 18 años de edad, luego de que la Alemania de Adolf Hitler anexara Austria a su territorio, el joven abandonó su país.

Logró obtener una visa hacia Colombia, a donde llegó en barco, y con la ayuda de la Iglesia Católica, logró que sus padres también pudieran escapar de Austria hacia el país sudamericano, donde vivieron el resto de sus días y donde fueron enterrados.

La familia Landau terminó por convertirse del judaísmo al catolicismo en Colombia, donde el joven George consiguió un trabajo en la compañía norteamericana Otis Elevator, la cual lo reubicó en 1941 en su sede en Nueva York.

Tras el ataque de Pearl Harbor en diciembre de ese año, que llevó a Washington a involucrarse directamente en la Segunda Guerra Mundial, George Landau decidió enlistarse al ejército de EE.UU., y dos años después obtuvo la ciudadanía norteamericana.

Tras la guerra, George Landau se dedicó a laborar en el sector privado y fue en la década de los años 50 que se enroló en una larga y reconocida carrera en el servicio exterior norteamericano, que lo llevó a ser embajador de EE.UU. en Paraguay, Chile y Venezuela en la década de los años 70 y 80. Falleció a finales de 2018.

En 1963, durante su labor en la embajada de EE.UU. en España, nació su hijo Christopher Landau, que llegará en unos días a México para cumplir con el cargo con el que seguirá sus pasos.

Christopher curso la primaria y secundaria en Paraguay, pero continuó sus estudios de educación media superior en EE.UU., donde, dijo, vivió un choque cultural con el país que hoy representará en México pese a ser uno de sus ciudadanos.

“Cuando uno es hijo de diplomático, existe el riesgo de sentirse extranjero en ambos países, uno realmente siempre es extranjero en el lugar donde están asignados los padres, pero también puede ser extranjero en su propio país. Especialmente entonces cuando era mucho más difícil dar seguimiento a los cambios culturales”, comentó a SinEmbargo.

Christopher Landau ingresó a la Universidad de Harvard para estudiar la carrera de historia, donde uno de sus profesores fue Carlos Fuentes, de la que tituló con una tesis sobre las relaciones entre EE.UU. y Venezuela.

Posteriormente, y pese a su deseo de ingresar de inmediato al servicio exterior para seguir los pasos de su padre, ingresó a un doctorado en Derecho por la misma universidad, carrera a la que se ha dedicado a ejercer de manera exitosa la profesión a nivel estatal y privado desde entonces.

La oportunidad para cumplir su deseo de ser embajador ocurrió hasta en 2018, cuando la embajadora norteamericana saliente Roberta Jacobson dejó el cargo. De esta manera, e interesado por el puesto, tocó puertas en la Casa Blanca hasta que el presidente Donald Trump se lo concedió.

Asegura que Trump le ha comentado lo importante y fuerte que es para él la relación de EE.UU. con México.

Landau afirmó a SinEmbargo que su llegada a México como embajador representa un reencuentro con el mundo hispano en el que creció. “El mundo hispanoparlante es parte de lo que soy. Pienso en español. Llegaré a México no sólo del Norte sino también del Sur. Es una alegría poder volver a mis raíces”, comentó.

Trump nominó a Landau en marzo pasado y el Senado de EE.UU. lo ratificó a inicios de este mes. Su cargo lo protestó este lunes 12 de agosto en el Departamento de Estado.

A su llegada a México, lo primero que hará, afirmó a SinEmbargo, será dirigirse hacia la Basilica de Guadalupe y agradecerle a la Virgen de Guadalupe por su nueva labor.

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