Enlace Judío México e Israel – Jonathan Peled será recordado como un muy activo y carismático embajador de Israel en México. A unos días de su partida, nos concedió una entrevista exclusiva para hablar de sus logros, de lo que no pudo hacer y de su futuro. Lamentó que el gobierno mexicano, en el sexenio pasado, cancelara dos veces visitas de estado a Israel.  

 

 

Desde su perspectiva, ¿qué ha cambiado en México en estos cuatro años?

Son cuatro años muy importantes en la vida de un país, de una persona. Yo creo que México se ha desarrollado mucho en estos cuatro años, ha podido avanzar en sus relaciones con Israel en particular pero también con otros países. Ha podido ampliar su comercio exterior y diversificarlo un poco; firmar, que está todavía por ratificar, el Tratado de Libre Comercio, el TLCAN. Y creo que también el desarrollo interno. Si bien el crecimiento no es lo que esperaba, creo que estos cuatro años han sido hasta la fecha bastante buenos para México, poniendo a un lado los retos y los problemas que tiene este país.

¿Hay algo que México le haya enseñado a usted?

Sí, México me ha enseñado mucho. El respeto al prójimo… tengo una gran admiración al pueblo mexicano por ser tan noble, tan trabajador, su actitud hacia la vida, su sentido del humor hacia él mismo. Cómo tomar la vida desde una perspectiva un poco diferente, para dar un ejemplo, el Día de los Muertos es algo muy particular para México. Yo creo que he aprendido del mexicano tomar la vida en una manera más con sonrisa a pesar de la dificultad y a seguir luchando y trabajando para conseguir las metas.

¿Ha podido ya darle algún consejo al próximo embajador de Israel en México?

Sí, por supuesto, he pasado muchas horas con el nuevo embajador, con Zvi Tal, y ya viene preparándose desde hace medio año para este puesto. (Le he dado) muchos informes, (hay) muchas preguntas que me ha hecho. Viene un nuevo embajador con un nuevo estilo, con nuevos retos en un nuevo entorno. Hablamos de los últimos cuatro años pero hay que mirar hacia los próximos cuatro años, ya es otra administración en México, circunstancias un poco diferentes, retos que han cambiado un poco. Pero siguen existiendo las mismas oportunidades para Israel y para México, por su puesto, y esto es el legado, espero, que estoy dejando a mi sucesor.

¿Algo le sorprendió al nuevo embajador sobre México?

Un poco lo que mencioné antes, de la actitud hacia la vida del mexicano. También quizás la apertura, creo que le sorprendió escuchar de mí que he sido recibido en todos los rincones de México. A veces sin conocer a Israel o qué son los judíos, el mexicano es muy cálido, muy hospitalario. Creo que esto lo sorprendió un poco. El viene más de Europa y menos de América Latina. Y por supuesto, las grandes oportunidades que trae México para Israel, siendo México de la OCDE, del G-20, ver aquí estados que tienen economías que tienen economías de países de Europa, al lado de estados que están en una situación mucho peor. Quizás la diversidad y el hecho que es un país muy, muy grande, con muchas contradicciones.

¿Hay alguna preocupación en el gobierno de Israel ante el inminente regreso del kirchnerismo a Argentina?

Yo dejé Argentina hace más de 20 años, con una situación económica y política diferente. Israel siempre ha tenido muy buenas relaciones con Argentina, con gran parte, si no todos los países de América Latina, como con México. Siempre nos interesa que al país le vaya bien y que tenga un acercamiento, un diálogo político abierto con Israel, no tenemos que coincidir siempre pero sí tener un diálogo abierto. No es el caso, por ejemplo, con Venezuela o con Bolivia, que de una manera unilateral cerraron la relación con nosotros, pero con los demás países, Argentina también, tenemos un diálogo abierto, importante. (Hay) comunidades judías muy importantes en algunos de esos países. En Argentina hay una gran comunidad, entonces es un país que es muy importante para nosotros. Y deseamos lo mejor para Argentina porque si le va a ir bien a Argentina le va a ir bien a la relación con Israel.

¿Supuso el caso Artz alguna tensión para la relación diplomática entre México e Israel?

Al contrario, fue realmente un hecho terrible y muy lamentable pero creo que ha sido otra prueba de la buena relación que tenemos a todos los niveles con México, y a nivel político y policial también, hemos ofrecido inmediatamente nuestra cooperación en la investigación. Ha venido ya dos veces nuestro agregado policial y estamos trabajando con las autoridades federales y locales para resolver este terrible incidente.

¿Le ha faltado algo por hacer en México?

Mucho. ¡Hay tanto por hacer todavía! En lo personal, en estos cuatro años me da pena que no hayamos realizado una visita de trabajo del Presidente de México a Israel. Vino al funeral de Shimon Peres, íbamos a realizar después una visita de trabajo, de estado, y dos veces nos canceló la visita del canciller Luis Videgaray a Israel. Entonces, esto me da un poco esta sensación de haber perdido esta oportunidad. Hay mucho todavía por hacer. A nivel político tenemos que ampliar el diálogo por una nueva administración. Y por el hecho de que México va a entrar, en poco más de un año, al Consejo de Seguridad de la ONU; tenemos que ampliar y actualizar el Tratado de Libre Comercio entre México e Israel; tenemos que seguir haciendo la cultura israelí más difundida en México, en más rincones; ¡y hay tanto todavía por hacer! Hermanamientos, tratados, delegaciones, vistas, diálogos, en fin… dejo mucho por hacer a mi sucesor.

¿Qué sigue para usted?

Me toca regresar a la Secretaría de Relaciones Exteriores en Jerusalén, tomar ahí algún puesto que todavía está por designarse, espero que pronto. Esperar dos o tres años hasta que me asignen de nuevo a alguna embajada en otro país. Desconozco en este momento dónde será pero ustedes van a estar bien informados una vez que sepa exactamente a dónde me toca ir.

Hay muchos puestos que me encantaría tener: embajador en la ONU, en Alemania, en otros países de Europa. Hay mucho todavía lo cual estoy aspirando.

¿Quiere agregar algo?

Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer, primero, a Enlace Judío, a sus lectores, televidentes, a su público y, a través de ustedes, transmitir mi gran, gran agradecimiento a la Comunidad Judía de México por haber sido tan, tan amable conmigo en estos cuatro años, por haberme permitido ejercer mi función y promocionar la relación entre Israel y México. Sin ustedes, sin la comunidad judía, querida, de México, esta labor no hubiera sido posible, así que espero ver mucho de ustedes en Israel y prometo volver a visitar a México pronto. ¡Gracias!

 

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