Y D-os vio que la luz era buena. (Génesis 1:4)

Enlace Judío México / Rab David Travis – Después de cada etapa de la Creación la Torá narra cómo D-os vio que era “buena.” Aunque la traducción literal de “tov” es “bueno,” en este caso la palabra debe ser entendida de forma distinta, puesto que es obvio que D-os en Su omnipresencia sabía que la cosa era buena antes de crearla. “Tov” entonces no se refiere a “bueno” en su sentido literal. En cambio, la expresión es relativa a la perpetuación en el tiempo de cada una de estas creaciones. Dado que D-os es el único que tiene la existencia eterna, sólo aquello que D-os ve como adecuado o “bueno” puede sostenerse en el tiempo.

La palabra “emet” – “verdad” también se refiere a perpetuación. Mientras un ser continúe realizando la tarea para la cual D-os lo creó es considerado emet (verdadero). Al mismo tiempo, mientras un objeto deje de hacer su función, es considerado “sheker” “mentira”. Esta equiparación entre ambos conceptos se insinúa en el verso anterior. Al describir la luz como buena “tov” el verso al mismo tiempo forma la palabra “emet” entre las primeras y últimas letras de las palabras “vayar Elokim et” [Emet].

En el mismo tono, la Gemará sugiere que cuando la Torá nos ordena en Sucot tomar una rama del “etz avot” se refiere a la planta “hirdoff”. Sin embargo, más adelante la misma Guemará rechaza esta posibilidad citando el verso “Deberás amar la paz y la verdad.” Rashi explica que al ser venenosa, la planta “hirdoff” no puede representar ni la paz, ni la verdad. Es lógico que una planta venenosa pueda representar la paz, pero ¿por qué sería antitética al concepto de verdad? La Torá misma ha asociado la idea de verdad con la perpetuación de la vida en el tiempo; por eso una planta venenosa no puede estar cerca de la verdad.

Aunque la verdad es eterna, puede que no se manifieste inmediatamente. Un gobernador romano una vez cuestionó a Rabí Eliezer con respecto al verso que dice: “El labio de la verdad será establecido para siempre, pero la lengua que miente dura tan sólo un instante.” Como el gobierno romano había retenido su supremacía por muchos años, en base a este texto él aclamaba que la vida romana representaba la verdad. En cambio, el pueblo judío, tuvo un monarca por un periodo muy breve de tiempo; por ende representaban para él un ejemplo del final del verso “… la lengua que miente dura sólo un momento.” Rabí Eliezer respondió “Si el verso se leyera ‘El labio de la verdad está establecido por siempre’ (en el tiempo verbal presente) tu postura sería válida. Sin embargo, las palabras del verso dicen ‘El labio de la verdad será establecido para siempre’ (se refiere al reino en el tiempo futuro). En nuestra era la falsedad reina; sólo en el futuro la verdad será revelada.” El gobernador romano estaba tan impresionado de la respuesta que se convirtió al judaísmo.

Fuente: torah.org