Enlace Judío México e Israel – El doctor Gady Zabicky ha dedicado su vida a luchar contra las adicciones, sí, pero también contra la política prohibicionista. Su designación como Comisionado Nacional Contra las Adicciones es una señal del nuevo rumbo que pueden tomar las políticas públicas en materia de drogas en México. 

 

 

Durante muchos años, el doctor Gady Zabicky Sirot se ha pronunciado por la despenalización de la mariguana. Su opinión no debería de ser tomada a la ligera pues se trata de un experto adictólogo. Por eso, su nombramiento como titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) resulta paradigmática. Es, al menos en apariencia, la expresión de un cambio en la política pública de drogas en un país donde la guerra contra el narcotráfico ha alcanzado cifras escandalosas de violencia.

Para conocer más sobre su origen, trayectoria y visión, conversamos con este egresado del Colegio Hebreo Tarbut, psiquiatra y experto en adicciones, quien generosamente nos concedió esta entrevista exclusiva.

¿Dónde estudiaste la carrera de medicina?

Yo soy egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

¿Dónde hiciste tu especialidad en Psiquiatría?

Para la especialidad de Psiquiatría estuve adscrito al Hospital de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” y a la UNAM. Anteriormente la especialidad se tenía que hacer conjuntamente en los dos lugares; actualmente ya no es necesario.

¿Cómo seguiste tu carrera?

Al terminar mi vida escolarizada en la UNAM, posteriormente me fui a hacer mi internado a La Paz, Baja California. Estuve un año durante el levantamiento zapatista en Chiapas, en mi servicio social.

Tuve la oportunidad de darme cuenta de la asociación que hay entre la medicina, el activismo social y la política. Fue un año muy importante. Después de eso llegué al Instituto Nacional de Psiquiatría. Ahí terminé la especialización haciendo una subespecialización en Adictología.

Después fui a la Universidad Rockefeller, en Nueva York, como científico invitado, haciendo estudios sobre genética en adicciones y clínicas para mantenimiento con metadona.

Después de eso me he dedicado a la clínica privada. También estuve trabajando en política de drogas, asesorando desde la industria privada hasta muchas instancias gubernamentales y asociaciones civiles que promulgaban por una política de drogas distinta, con cambios a las leyes y los paradigmas.

Tuve la suerte de ser convocado por el secretario de Salud y por el Presidente. Gustosamente atendí al llamado de la nación para ver si puedo aportar algo.

 

¿Cuál es tu opinión sobre la liberación de la marihuana para uso medicinal?

Como funcionario público tengo que decirte que esto se debe manejar, esta situación, por dos maneras distintas Al mismo tiempo que es un problema puede ser una oportunidad. Una parte de esto tiene que ver con la medicina canábica. La planta del cannabis es un producto que tiene más de 500 moléculas biológicamente activas. Es un gran medicamento para muchos
padecimientos, siendo una gran oportunidad para la medicina.

Con frecuencia yo digo que es como cuando se inventaron los rayos X o cuando descubrimos la penicilina. Realmente la administración y la manipulación en humanos enfermos nos ha abierto la puerta para un mundo de medicina que no
sabíamos ni que existía, que es muy prometedor.

Por otra parte, tenemos un mercado de personas que utilizan el cannabis para fines no médicos que llega casi al 10% de la población mexicana que alguna vez la ha consumido. Dentro de todos los cambios que estamos viendo en nuestro planeta, es muy notorio que la relación alrededor del cannabis ha cambiado radicalmente durante las últimas dos décadas. Hay mucha presión desde la sociedad civil, la industria y los usuarios para que haya una regulación distinta a la que tenemos ahorita, que es muy mala.

Tenemos una regulación lapidaria, draconiana, de mano dura, que se basa principalmente en las fuerzas del orden público, en la criminalización, y esto no ha funcionado. Esto no ha funcionado sino todo lo contrario: ha sido un deterioro para la salud pública y los ciudadanos. Para los usuarios y no usuarios.

Desde el punto de vista del gobierno, de cómo o cuándo se va a hacer esta regularización, va a ser una prerrogativa del Presidente. Desede la CONADIC estamos siguiendo por una parte el Plan Nacional del Desarrollo, donde está claramente descrito que necesitamos trabajar de una manera distinta a la prohibición para avanzar en esto. También estoy siendo como muy leal a mis principios como médico, como médico humanista, como científico. Creo que el país se beneficiaría de tener una política distinta con respecto a lo que tiene que ver con el cannabis.

Hay algunas cosas con las que tendremos que ser cuidadosos. (La regularización) tiene cosas buenas y otras no tan buenas. Pienso que estamos bastante preparados para enfrentar algunas eventualidades. Probablemente en esta legislatura ya haya un debate en los congresos para tomar una decisión.

También la Secretaría de Salud tiene un emplazamiento de la Suprema Corte de Justicia bajo el mismo tema para normar los tratamientos. Te diría que estamos definiendo las maneras más seguras y convenientes para el país y la gente.

 

En cuanto al tráfico de drogas ¿cómo ves al país?

Tenemos un problema muy serio: comentaría que tiene dos aristas al mismo tiempo. Por una parte, tenemos lo que significa la presencia de estas drogas en nuestro país y lo que les hace a los consumidores, a las personas que han desarrollado adicciones. Por otra parte, tenemos esta realidad inalterable y es que somos el camino desde sitios en donde se produce y se crece muchas
de las substancias más prohibidas en camino al vecino del norte, que es por mucho el consumidor de drogas más grande del mundo.

Esa parte tiene que ver con cierto tipo de criminalidad y de crimen organizado que no nos toca a los médicos ni a la Secretaría de Salud. Esto más bien es un combate a la oferta de la substancia que tiene que ver con las fuerzas del orden público.

Hablando de los daños a la salud reales que han sucedido a la población mexicana, a mí muy en especial me preocupa, porque he tenido pacientes con esta a adición, el cristal de metanfetamina, que es una substancia muy fácil de diseñar con insumos que se pueden conseguir en internet. Es muy barata, que tiene un perfil adictivo con daños a la salud muy severos.

Importa y preocupa también el consumo de alcohol y el tabaquismo que siguen siendo endémicos. En México la droga que más mata y enferma por mucho es el alcohol etílico. Una de cada veinte muertes prevenibles en el país es atribuible al tabaco. Estas son dos situaciones que se descuidaron mucho el último sexenio. No hemos hecho casi nada con respecto al convenio macro
que tenemos para la prevención del tabaco. Hemos tenido también un camino cuesta arriba en cuanto a los aspectos que tienen que ver con la regulación del alcohol. Es una substancia muy condonada y muy consumida en nuestra sociedad. Aparte tiene el motor de la industria detrás, que sabe muy bien cómo vender su producto penetrando a la sociedad.

De ahí en adelante tenemos otras substancias: la marihuana ha crecido un poco en cuanto a la última década. La cocaína que
se ha mantenido más o menos estable. Hay otro tipo de substancias que se consumen en proporciones realmente marginales, que no representan problemas para la salud.

 

Desde hace mucho se habla de los daños que provoca el tabaco a la salud. Vemos a los jóvenes fumando ¿Qué opinas?

Difícil contestar esa pregunta. Parecería que tendríamos que contar con la suficiente experiencia y prudencia como para reconocer la gravedad que significa el tabaquismo. Si nos transportáramos 100 años atrás con la prohibición y la Convención de Shanghái. Si hubiésemos sabido entonces lo que hoy sabemos del tabaco, con toda seguridad se habría prohibido también.

De todos los cárteles te puedo decir que el peor de todos es el de la industria tabacalera. Ellos cambiaron la planta y la cantidad de nicotina actualmente es mucho mayor que en su forma natural. Durante décadas tuvimos una promoción alrededor del tabaco que uno lo ve en retrospectiva y da miedo. Tengo el dato que se producen 600 cigarrillos por segundo en el
mundo. Imagínate la cantidad de dinero y empleos que hay alrededor de ella.

 

¿Qué tanto daño hacen los cigarros electrónicos?

Hace tres días ya hubo la primera muerte de un señor que llegó con una neumonía química al hospital en Illinois. Se pudo rastrear a su uso desmesurado de nicotina vaporizada en uno de estos dispositivos. Lo mismo estamos viendo con los productos que se vaporizan y vienen con contenido de productos canábicos. Ya también hay cerca de 150 personas que han desarrollado
problemas pulmonares por estos dispositivos.

Yo veo este problema desde un punto de vista anti prohibicionista. Es mejor regular que prohibir. Estamos viendo desde la Secretaría de Salud y la COFEPRIS qué vamos a hacer con estos dispositivos.

 

 ¿En cuanto a la Narguile…?

También es un producto del tabaco, un poco más glamoroso.

Nosotros como ciudadanos ¿qué podemos hacer?

Buena pregunta. La primera respuesta es informarnos. El día de hoy tenemos estos malditos y benditos aparatos (teléfonos celulares) que son también un problema de salud que va en aumento día a día. También son una herramienta para poder tener acceso a información no estigmatizada, científica y que ponga en el centro a las personas. Yo si quisiera invitar a los padres, maestros y chavos que entren a estos portales que van desde el CONADIC hasta la Universidad de Harvard para poder
tomar las decisiones correctas.

También tenemos que tener más y mejores centros de tratamiento y prevención para la población. Hay una tendencia a nivel mundial de cerrar los hospitales psiquiátricos. Que los problemas de salud mental y adicciones se traten en hospitales generales
como una enfermedad más.

 

¿Algo que quieras agregar?

Es muy importante atender lo que llamamos adicciones de proceso. Es algo muy importante. Interesantemente. Te lo quiero comentar. Por ejemplo, en la comunidad judía estamos sobrerepresentados. Si tú comparas en número de jugadores patológicos en general, (el número de) los que vemos en la comunidad es mucho mayor. Esto es un ejemplo de lo que es una adición a proceso. (De) lo que también podemos hablar (es) del Gaming Disorder, que son los chavos que pasan hasta 12 horas al
día jugando en el celular, tableta o en la televisión. La pornografía por internet. Las compras compulsivas. Los casinos. Son situaciones que se van a volver cada vez más problemáticas, al grado que en España, el año pasado hubo más consultas para adicciones de proceso que de substancias.

A la CONADIC le queda poco tiempo. Yo voy a ser el último comisionado. A partir del año próximo vamos a tener una sola comisión en la que se van a aglutinar las cuestiones de salud mental con las de adiciones. Se va a llamar CONASAMA. Haremos un capítulo específico para dependencias en adicciones a proceso.

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