Se acercan las elecciones en Israel y por disposición oficial se suspenden labores el día de las votaciones, pues le gobierno quiere fomentar que sus ciudadanos, en un completo día de descanso, vayan a votar.

A lo largo y ancho del país se reparten alrededor 11,000 casillas electorales, por lo que siempre queda un módulo de votación cerca de cada ciudadano.

Una vez que todo está listo, las votaciones se llevan a cabo, todo israelí mayor de 18 años debe acudir a votar, no importa si es árabe, cristiano, judío o musulmán, todo ciudadano israelí debe de presentarse para ejercer su voto. Obviamente el voto es libre, secreto y personal.

¿Pero cómo funciona el sistema político?

El sistema político que impera en el Estado de Israel es la democracia parlamentaria, esto significa que los ciudadanos acuden a votar por los partidos de su preferencia, no por miembros individuales. En consecuencia, el partido político que más votos consiga colocará en la silla de Primer Ministro al candidato de su propio partido, si la mayoría no se logra, como sucede siempre, se hacen coaliciones de partidos políticos, los cuales llegan a acuerdos sobre quien será su candidato para Primer Ministro.

El parlamento, o comúnmente llamado Knesset, es el lugar en el que miembros de distintos partidos elaboran las leyes del Estado de Israel. En ese sitio hay 120 escaños, los cuales se dividirán según el número de votos que cada partido político obtenga.

Lo que es un hecho, es que en el Estado de Israel existe una democracia vibrante, y sus partidos políticos árabes, judíos ortodoxos, de derecha y de izquierda lo demuestran.


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