Enlace Judío México e Israel – Irán ha obtenido una ventaja militar sobre Estados Unidos y sus aliados en Oriente Medio, en gran medida debido a su capacidad de librar guerras a través de terceras partes, según un reporte del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres.

A través de sus proxies, Irán se involucra en complejas luchas regionales mientras minimiza el riesgo y el daño a sus propias fuerzas, y estos son más importantes que su ejército convencional, sus misiles o su programa nuclear, dice el informe.

“Irán disputa y gana guerras ‘peleadas por el pueblo’, no guerras entre estados. Evita el conflicto simétrico entre países, sabiendo que será superado en armamento. En su lugar, persigue una guerra asimétrica a través de asociados no estatales”, señaló John Chipman, director del grupo.

“Ningún estado ha sido tan activo, ni tan efectivo, como Irán en conflictos regionales”, dice el informe.

Su estrategia de guerra híbrida implica una amplia cooperación con actores estatales y no estatales.

Las milicias iraníes pueden incluir 200.000 combatientes, aunque Teherán ejerce distintos grados de control sobre los diferentes grupos.

Su estrategia y tácticas varían en cada país, por ejemplo, su uso de Hezbolá en el Líbano es diferente del uso de la fuerza al-Quds en Siria.

El uso de actores no estatales es adecuado para el Oriente Medio, donde los conflictos no suelen ser librados por elementos estatales bien definidos, sino por una serie de actores locales en países débiles y divididos. Las guerras regionales se libran en gran medida fuera de la vista de la comunidad internacional y no están sujetas al derecho internacional.

Teherán ha estado desarrollando este sistema durante 40 años, afianzándose en países vecinos frágiles y haciendo uso de las fuerzas chiítas que tienen vínculos con Irán.

Su posición fuera de la comunidad internacional es una ventaja, dándole un estatus de forastero que es atractivo para las minorías, añadió Chipman.

“El carisma de Irán a los ojos de sus aliados se deriva de su supervivencia como un proscrito y una alternativa. Aunque su inclusión en el orden internacional tendría beneficios económicos para Teherán, exigiría que se impusieran limitaciones a la guerra remota de la Fuerza Quds. Irán y la Fuerza Quds no puede ser revolucionaria y al mismo tiempo formar parte del orden internacional”, dijo.

Según el informe, la comunidad internacional no ha encontrado una respuesta efectiva a la estrategia, ya que el poder militar convencional es ineficaz contra los actores no estatales vinculados a Irán.

La decepcionante respuesta internacional, especialmente de Estados Unidos, ha llevado a Israel y a los países árabes sunitas a responder por sí mismos a la amenaza de Teherán.

Sin embargo, una vez terminados los conflictos, no está claro si Irán será capaz de financiar los esfuerzos de reconstrucción, ni cuán efectiva será su estrategia en tiempos de paz.

Siria es un claro ejemplo de esta estrategia. Las fuerzas iraníes han apoyado al régimen de Assad y ahora se están integrando en las infraestructuras gubernamentales y de seguridad de Siria.

Esto ha sido relativamente simple para Teherán, que puede negar su presencia y sus acciones en Siria mientras amenaza aún más a Israel y se opone a Estados Unidos.

La supervivencia de Bashar Assad fue una prioridad para Irán porque Siria le proporciona a Teherán un mejor acceso a Israel y Jordania, y ayuda en sus esfuerzos en Irak, dice el informe.

Irán cree que su éxito en Siria, Líbano, Yemen, Irak y otros lugares le ha dado una ventaja sobre Israel, Estados Unidos y los países árabes, y probablemente le dará confianza de cara al futuro, según el informe.

El estudio de 18 meses, titulado “Iran’s Networks of Influence in the Middle East”(“Redes de Influencia de Irán en Medio Oriente”), se basa en trabajo de campo, entrevistas y análisis de información de dominio público.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico