Enlace Judío México e Israel .- Una nueva investigación del CTC Sentinel analizó la estrategia de reclutamiento en línea utilizada por Hezbolá en el Líbano e Israel. Este sistema es cada vez más utilizado por Irán y la Autoridad Palestina.

GEORGE CHAYA

El uso de internet que supo hacer el Estado Islámico para inspirar o dirigir ataques terroristas en varios lugares del mundo, volvió a retomar impulso como modalidad usada por otros grupos terroristas.

Con la excepción del Centro de Investigación sobre Terrorismo, poco se ha escrito sobre cómo Hezbolá usa enfoques similares los utilizados por el ISIS para reclutar y ejecutar ataques

Una nueva investigación publicada a finales de octubre en el CTC Sentinel hizo foco en esta tendencia mediante el análisis de varios casos que muestran los esfuerzos de Hezbolá en las redes sociales para reclutar árabes y palestinos israelíes para asesinar israelíes.

Desde finales de 2015 hasta 2018, tanto el Estado Islámico como Hezbolá reclutaron terroristas fuera de sus países de base utilizando redes sociales y plataformas de comunicaciones encriptadas para ayudarlos a formar células y realizar ataques en el extranjero.

Varias conspiraciones virtuales de alto perfil del Estado Islámico se llevaron a cabo con éxito matando centenares de personas en Europa y otros lugares del mundo durante este período. Sin embargo, hasta ahora, Hezbolá no ha podido ejecutar un ataque con palestinos reclutados en línea. No obstante las conspiraciones encubiertas frustradas en Alemania e Israel todavía apuntan a una amenaza terrorista importante ya que el grupo pro-iraní infiltró grupos de Facebook y utiliza Twitter y Telegram a gran escala incluso a nivel local ante las movilizaciones de rechazo al gobierno del Líbano.

Los expertos en seguridad global occidentales han señalado que Hezbolá puede supervisar complots desde lejos a bajo costo para la organización.

El informe de Sentinel examina seis casos disponibles públicamente de palestinos reclutados en línea por mentores de Hezbolá. En cada caso, los operadores de Hezbolá desarrollan vínculos con palestinos individualmente a través de grupos de Facebook anti-israelíes. Después de establecer una relación, el recluta tiene instrucciones de continuar las conversaciones a través de un correo electrónico encriptado y plataformas de comunicaciones.

Luego se le pide al recluta que forme células con otras personas de confianza en su zona de residencia, por ejemplo Cisjordania.
Según el análisis, todos los reclutas y miembros de la célula son hombres jóvenes de entre 18 y 32 años de toda Cisjordania. La única excepción fue Mustafa Ali Mahmoud Basharat, de 49 años, que no llegó muy lejos en el proceso de planificación antes de que Israel frustrara ese complot y lo detuviera.

En todos los casos, Hezbolá utilizó plataformas seguras para enviar instrucciones sobre cómo construir dispositivos explosivos. Los reclutas palestinos generalmente llevaban a cabo la vigilancia de objetivos militares israelíes. Las instrucciones de Hezbolá iban desde secuestrar soldados hasta llevar a cabo bombardeos y realizar ataques de disparos contra objetivos civiles y militares israelíes. En un caso, una célula dirigida por Hezbolá comenzó a construir explosivos para usar en un atentado suicida contra Israel.

Más allá de la inspiración y la dirección, Hezbolá también brindó apoyo material. El grupo prometió y envió transferencias de dinero a reclutas palestinos como Mahmoud Zaghloul, a quien le prometieron U$D 25.000 aunque solo recibió U$D 5.000 después de que las autoridades israelíes bloquearon las transferencias. Zaghloul usó el dinero para comprar un fusil y municiones para asesinar a un oficial superior de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Las autoridades israelíes arrestaron la célula durante las etapas finales del complot, en enero de 2017, cuando estaba en camino de ejecutar los ataques planeados. Más tarde ese año, otra célula, dirigida por Mustafa Hindi, compró fusiles antes de ser detenida.

Según el análisis, algunos manipuladores de Hezbolá ocultaron sus identidades. Pero varias conspiraciones supuestamente fueron supervisadas por prominentes figuras de la organización, incluido Jawad Nasrallah, hijo de Hassan Nasrallah, líder del grupo, y Fa’iz Abu-Jadian, un conocido operativo de Hezbolá con sede en la Franja de Gaza.

En dirección a su participación en el reclutamiento de Zaghloul, el Departamento de Estado designó en noviembre de 2018 a Jawad Nasrallah, como Terrorista Global Especialmente Designado (SDGT por sus siglas en ingles). Abu-Jadian, por otro lado, trabaja para la Unidad 133 de Hezbolá, una división creada especialmente a principios de la década de 2000 para facilitar el terrorismo en el exterior.

Según fuentes de los países árabes del Golfo, desde mediados de la década de 1990, Hezbolá ha estado activo en avivar la violencia contra Israel desde los territorios palestinos así como en ayudar a Irán a transferir dinero a organizaciones terroristas palestinas.

Durante la Segunda Intifada, Irán encargó al reconocido terrorista Imad Mughniyeh (fallecido en Siria años atrás por bomba en su vehículo, y uno de los requeridos por la justicia argentina por la voladura de la sede de la Mutual Israelita de Buenos Aires -AMIA-) el fortalecimiento de Hamas y la Yihad Islámica Palestina.

La coordinación entre Hamás y Hezbolá ayudó a los palestinos a ejecutar el ataque más mortal contra los israelíes durante la Intifada: el atentado suicida de 2002 en el Park Hotel, durante una reunión de festividades por las Pascuas que mató a 30 personas e hirió a 140.

Ya en la década del 2000 y después de varios reveses en Cisjordania, la Unidad 133 orientó gradualmente su atención hacia campañas virtuales de reclutamiento en América Latina y el Caribe.

Es probable que haya más casos de “Programas virtuales” de Hezbolá que no se hayan publicado. Pero la caída en los informes de código abierto sobre este desarrollo después de 2017 apunta a varias explicaciones potenciales descritas en el estudio CTC Sentinel.

La capacidad de Israel de frustrar cada complot puede haber desalentado los esfuerzos de Hezbolá para continuar reclutando agentes en línea en Cisjordania. El grupo terrorista parece estar priorizando otros frentes incluido el reclutamiento de personas en las redes del lado sirio de los Altos del Golán. Los posibles terroristas en Cisjordania también pueden estar menos inclinados a buscar vínculos con Hezbolá, ya que el levantamiento popular más agudo que azoto a Israel desde septiembre de 2015 perdió fuerza a mediados de 2017 por la tarea desarrollada por las agencias de contra-inteligencia israelíes.

Sin embargo, la amenaza del reclutamiento en línea no ha desaparecido. El principal benefactor de Hezbolá, Irán, puede estar tomando la delantera en el reclutamiento en línea para llevar a cabo ataques de inteligencia y terroristas contra objetivos israelíes y occidentales. Un complot de 2018 involucró al personal de inteligencia iraní en Sudáfrica, los agentes persas buscaban organizar una célula terrorista que operaria en Cisjordania.

También en julio del año en curso, un esquema dirigido por Irán en Siria buscó reclutar palestinos usando perfiles falsos en Facebook antes de pasar a plataformas de comunicaciones encriptadas.

La Autoridad Palestina está igualmente infiltrada según fuentes de inteligencia europeas. Los grupos del frente de Hezbolá en Cisjordania facilitan los viajes de jóvenes palestinos al extranjero para reunirse con miembros iraníes y de Hezbolá. Mientras la organización chiita e Irán fortalecen su presencia en Líbano y la devastada Siria, la República Islámica y su principal socio chiíta continúan buscando formas adicionales de atacar a Israel y expandirse a otras latitudes de manera encubierta.

 

 

Fuente: infobae.com