Enlace Judío México e Israel – El 12 de noviembre, en la Terraza de la Comunidad Maguén David, se llevó a cabo la ya tradicional entrega del Premio a la Excelencia que se concede a mujeres que han destacado por su trayectoria en el mundo de la cultura, el deporte, la academia y el trabajo comunitario. 

 

La bienvenida al evento corrió a cargo de Emilia Djamus, presidenta del Comité de Damas de la Comunidad Maguén David, quien recordó que “a lo largo de estos años hemos disfrutado de compartir con diferentes personalidades”, y dijo que los premios se otorgan a mujeres que realizan labores extraordinarias.”

Por su parte, Salomón Cherem, presidente de la Comunidad Maguén David, dijo que, con esta entrega, “reconocemos que la mujer es lo mejor de la comunidad (…) que ha educado, ha construido, ha estudiado, ha entregado, ha sido madre, ha sido abuela, ha sido esposa y, sobre todo, ha sido profesional. Todas las premiadas hoy son mujeres profesionales, no importa que tengan o no un salario, todas son profesionales porque la Comunidad Maguén David se ha hecho, se ha fortalecido y ha crecido gracias a todas y cada una de ustedes. Son, de verdad, lo mejor de la comunidad.”

Agregó que “gracias a ustedes tenemos una comunidad tan fuerte, tan generosa, tan entregada, porque ustedes como madres y esposas nos han enseñado lo que es el valor del judaísmo, lo que es el valor del jesed, lo que es crecer.”

El directivo reconoció especialmente a Silvia Cherem, encargada de conducir la entrega de premios, quien al ser presentada recibió una efusiva ovación por parte de los presentes.

Aunque no siempre se reconoce, las mujeres hemos sido pioneras en muchos ámbitos. Y para muestra, un botón: ¡el mismo Comité de Damas surgió antes que la propia comunidad!

“Hace más de noventa años, la joven Teresita Harari comenzó a brindar ayuda a otros: llevaba aceite a quien no tenía para prender luz en shabat, víveres para alimentar a familias desprotegidas, medicamentos y abrigo para el necesitado…”

La escritora dedicó varios minutos a recordar a la figura de la señora Harari, cuya labor desempeñaba “por iniciativa propia y cuando Sedaká u Marpé se fundó en 1938 para brindar ayuda y auxilio a los alepinos, la “Tía Teresa”, como todos la conocían, ya era toda una institución con casi una década de labor en el ámbito de la beneficencia, con amplios logros y reconocimientos en su haber.”

Cherem recordó que fue la propia Teresita Harari la fundadora del Comité de Damas, y dijo que su figura fue un ejemplo a seguir para las subsecuentes generaciones, mujeres “entregadas cuyos nombres hoy todos recordamos: Poli Hamui, Antonia Shabot, Yemile Dayan, Mary Hamui, Mery Abadi, Nezly Amkie, Sofía Sasson, Mary Abadi, Bubu Tawil, Niza Sitt, Alegra Shamah, Silvia Tawil, Fortuna Cassab…”

Agregó que son “matriarcas todas ellas de nuestra comunidad que, desde su lugar, supieron formar buenas familias, construir una institución y trabajar de la mano, como figuras tutoriales, con las mujeres de la generación intermedia, algunas de las cuales aún tenemos entre nosotros, que vivan 120 años, y que hoy nos honrarán entregando algunos de los reconocimientos.”

Silvia Cherem habló de la importancia del feminismo en la historia moderna de las mujeres de la comunidad judía.

“Hoy las mujeres no somos las de antes, somos hijas de nuestro tiempo. El feminismo fue la gran revolución del siglo XX. Transformó el pensamiento y la práctica, los sueños y las propuestas de vida. Fue una crítica radical a todos los presupuestos ideológicos del pensamiento occidental, desde lo político y lo económico, desde lo laboral hasta lo que se da al interior de la familia, incluida la religión.”

Añadió que “hoy  que se han abierto las puertas del conocimiento para las mujeres, nadie que se precie de ser moderno puede dejarnos fuera de la narrativa. Hoy, muchas mujeres de nuestra comunidad somos profesionistas y muchas más mantienen sus hogares.”

Luego llegó el tiempo de presentar a la primera galardonada, homónima y prima de la presentadora, Silvia Cherem de Cherem. Visiblemente conmovida, la conductora del evento habló de la incansable labor de la homenajeada a lo largo de décadas como miembro del Comité de Damas, y elogió “el legado que dejas tras de ti con tus buenas acciones, con tu buen corazón, con tu compromiso y con tanta entrega.”

El siguiente reconocimiento fue para la organización Kol Hanisayón, y fue recibido por Sarita Marcos y Rosi Harari, fundadoras de la misma, en representación de su presidenta, Jemi Levy.

También se reconoció la labor de Esther Cattan, presidenta de Mayaan Hayim, “una institución que brinda apoyo emocional para salir de la depresión, que realiza intervenciones en crisis para fortalecer la autoestima y encontrar un sentido de vida.”

Otra institución reconocida fue Comunidad Dam, que “junta sangre a través de donadores directos, organiza días altruistas de donación de sangre, lleva a cabo programas en las escuelas de la red para sensibilizar a los niños desde kínder hasta prepa de la importancia de ser donadores potenciales.” La coordinadora profesional de la institución, Fortuna Amiga, junto con Rosi Hop, voluntaria, recibieron el reconocimiento.

Sarita Marcos y Sofía Cherem, fundadora y presidenta de Menorah, respectivamente, recibieron el reconocimiento a esta institución que brinda ayuda a mujeres de la comunidad judía que sufren violencia doméstica.

Las últimas instituciones reconocidas fueron Belibenu y Hatikva, lo que dio pie a que le fuera entregado el último reconocimiento del día a Teresa Cassab, como “Voluntaria del año”, por su “incansable trabajo, por tu pasión y energía para recolectar dinero como nadie, y saberlo gastar con recato y en objetivos certeros y exitosos.”

 

 

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