Enlace Judío México – Para que una boda judía sea considerada como válida se necesita de la presencia de dos testigos que puedan dar testimonio en cuanto al estatus marital de la pareja, en caso que surgiera alguna duda. Dichos testigos están presentes en los momentos más relevantes de la boda y no sólo son espectadores pasivos, sino que su presencia es el elemento que hace efectivo el matrimonio; sin ellos, la pareja no se considera casada.

Los testigos se encargan de firmar el contrato prenupcial o “tenaim” y el contrato matrimonial “ketuba.” Sin embargo, su labor más importante ocurre en el momento propio del matrimonio cuando el novio entrega el anillo a la novia y dice las palabras que los vuelven esposos. Los testigos se encuentran cerca de la jupá, deben observar el acto y escuchar las palabras, ya que con su presencia el matrimonio se efectuá.

También acompañan a los novios al cuarto en el que permanecerán solos durante unos momentos. Es común que el mismo par de testigos sea usado durante los tres eventos. Sin embargo, si la familia quiere otorgar dicho honor a más de dos personas, distintos pares de testigos pueden acudir a cada evento.

Sólo hombres observantes de Torá que hayan superado la edad de bar mitzvá pueden fungir como testigos. Además los testigos no pueden ser familiares de la novia, el novio o entre ellos.