Enlace Judío México e Israel – El segundo al mando de Hamás, Saleh Al-Aruri, se congració del actual estancamiento político que vive el Estado de Israel, que amenaza con mandar al país por tercera ocasión a elecciones en menos de un año.

En comentarios emitidos este miércoles a la televisión palestina, cuando Benny Gantz del partido Kajol Lavan reconoció su incapacidad para formar una coalición de gobierno tal como el primer ministro Benjamín Netanyahu en octubre pasado, Aruri reconoció que Israel, en su consideración, ha gozado de estabilidad política, y de manera especial, desde que Netanyahu comenzó a gobernar por segunda vez el país en el año 2009, informó el sitio The Times of Israel.

“Durante las últimas décadas, este régimen israelí ha logrado construir un sistema político efectivo que es internamente eficiente, capaz de servir a esta entidad y construir relaciones diversas y fuertes con todo el mundo, incluso hasta el punto de que ha incursionado en nuestro mundo árabe y palestino… La estabilidad les da poder”, afirmó.

Sin embargo, afirmó que la “parálisis política” que ha vivido Israel a lo largo de los últimos meses solo está deteriorando su situación para mal.

“Esta parálisis política actual, contradicción de intereses y los cálculos de mente estrecha que ponen los intereses de un individuo o partido por encima de su interés general, es una indicación de que el estado de cosas de esta entidad se está deteriorando, si Dios quiere”, dijo.

“Veo que sus relaciones políticas se ven perjudicadas, y sus relaciones y condiciones económicas se ven perjudicadas por esta parálisis. Espero que no tengan una salida a esta parálisis”, enfatizó Aruri.

A partir de este 21 de noviembre, de acuerdo a la Ley Básica: El Gobierno, al menos 61 legisladores de la Knéset que así lo acuerden, estarán facultados en un plazo de 21 días para pedir al presidente Reuven Rivlin que encomiende a uno de los 120 legisladores en total, incluidos de nuevo Netanyahu y Gantz, con la labor de intentar formar una coalición de gobierno.

De ser designado uno de los legisladores con tal tarea por Rivlin, tendrá un plazo de 14 días para formar gobierno. De no lograrse conformar uno, la vigésimosegunda legislatura de la Knéset será disuelta y se convocará a nuevas elecciones en Israel luego de un lapso de 90 días, que corresponderá al mes de marzo de 2020, un nuevo evento sin precedentes en los 71 años de historia del Estado judío.

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