Enlace Judío México e Israel.- El pasado domingo 1 de diciembre tuvimos la oportunidad de recibir en México en el Jardín Weizmann de Ciencias del Centro Deportivo Israelita, al Dr. Itay Tirosh, investigador del Instituto Weizmann de Ciencias, quien nos habló sobre su creativa forma de estudiar el cáncer.

El doctor Tirosh vino a México en respuesta a la beca que recibió para apoyar sus investigaciones a través del Programa Mexican Friends New Generation Grant, que la Asociación Mexicana del Instituto Weizmann de Ciencias ha recaudado de generosos donantes mexicanos comprometidos con el avance de la ciencia en beneficio de la humanidad.

Durante su conferencia, el científico comentó que en ocasiones, luego de los tratamientos convencionales tales como cirugías, quimioterapias y/o radiaciones, algunos pacientes sufren la reaparición de los tumores que se pensaba ya habían sido extinguidos. Ante esta situación, el investigador explicó que su hipótesis radica en que la masa cancerígena del tumor no esta compuesta de células idénticas entre sí, sino que más bien son un mosaico muy diverso de tipos de células; cada una con características genéticas diferentes, las cuales se comportan de forma distinta por lo que a veces no logran eliminarse del todo con los tratamientos mencionados. Esto hace que después de un tiempo, algunas de estas células sobrevivientes tienen la capacidad de regenerar al tumor, ocasionando recaídas y metástasis en ciertos pacientes.

El doctor Itay Tirosh, joven científico egresado del postdoctorado en Harvard y MIT, y actual líder de uno de los 60 grupos que estudian cáncer en el Instituto Weizmann de Rehovot, dirige un equipo interdisciplinario de científicos que frente a este reto, analizan los tumores que llegan a su laboratorio de una forma muy peculiar: célula por célula. De esta forma, desmenuzan al tumor para separarlo y obtener de él miles de células distintas, las cuales son analizadas genéticamente, una por una, para identificar sus mutaciones específicas y clasificarlas según sus características particulares.

Esta titánica labor la logra aplicando el talento de los médicos clínicos, biólogos moleculares, genetistas experimentales, expertos en sistemas computacionales y matemáticos que con un mismo objetivo colaboran, cada uno desde su enfoque, en una misma misión.

“Es muchísima información que tenemos que procesar para entender un solo tumor, ya que de cada uno obtenemos miles de células y de cada célula secuenciamos, con novedosos métodos, miles de genes para encontrar la información relevante”, comentó el doctor Tirosh.

Sin embargo, para este científico es fundamental entender cuáles células componen a cada uno de los cánceres, cuáles de ellas son primordiales para regenerarlos y qué medicamentos específicos actúan sobre cada uno de estos tipos de células para poder eliminarlas o redirigir su función. Tirosh espera que reconociendo la identidad de cada una de las células podrá obtener una victoriosa estrategia para combatir al cáncer como un micro ecosistema, siguiendo la famosa frase de la Roma antigua “divide y vencerás”.

Para el científico, el camino aún es largo, el trabajo es arduo, pero confía en que este enfoque tan innovador dará prometedores resultados.

 


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