Enlace Judío México e Israel – Cuando se habla de judaísmo en la ortodoxia, siempre se dice que el judaísmo es mucho más que una ideología o una religión; que es una forma de vida. Esto es así porque las normas que rigen el día a día de un judío religioso no se relegan al templo o a los espacios dedicados al culto, sino que lo acompañan en todas las actividades de su día. El judío busca a D-os cuando come, cuando se viste y cuando se acuesta. La religión no sólo se vive en el espacio público, sino primordialmente en el privado, ya que la intimidad es esencialmente el centro de nuestras vidas; refleja quienes somos realmente, y es el ámbito que más impacto tiene en nuestras emociones y constitución moral. Por eso para el judío la vida doméstica es siempre más valiosa e importante que la social. A continuación queremos hablar de las diferencias que se pueden encontrar al interior de una casa judía, cuando su objetivo es llevar la religión en la familia. Esperamos les guste.

Mezuzot

La primer diferencia que es notoria entre una casa judía y una que no lo es, son las mezuzot que se encuentran en los marcos de las puertas. Éstas se ven como unas pequeñas cajas decoradas que la gente besa o toca al entrar; en realidad tienen uno de los nombres de D-os (El Shadai) escrito en la decoración y guardan un pergamino sagrado, hecho por un escriba, donde aparece el rezo judío más importante (el Shemá). Es obligatorio poner la mezuzá al menos a la entrada de la casa y hay quien acostumbra hacerlo en todos las estancias de la misma. Su presencia es un recuerdo del acompañamiento divino en nuestras casas y nos ayuda a distinguir entre los espacios públicos y privados.

Bendición de la casa

Así como como existen bendiciones para la comida, para levantarse y para vestirse, también existe una bendición que se dice cuando uno entra a su casa nueva por primera vez y quiere pedirle a D-os que la proteja. Ésta se llama Bircat Ha-Bait en hebreo (Bendición de la casa en español) y suele colgarse como adorno en alguna de las paredes. Básicamente le pedimos a D-os que no se produzcan tristezas en esta casa, que no haya conflictos, que no entre el miedo y que la casa sea bendecida con alegría y paz.

Adornos y artículos rituales

Aparte de la bendición de la casa es común ver adornos relacionados con el judaísmo o que tienen un significado místico en las paredes. Los más comunes son dijes o pinturas de ojos o manos que se cuelgan para ahuyentar el mal de ojo. Éstas se venden en todo Israel y los podemos encontrar en pulseras collares, llaveros y cuadros. Son de todos los colores posibles, sin embargo, el más común es azul, puesto que el azul es un recuerdo del Templo, de la divinidad y el equilibrio. También es común encontrar pinturas sobre Israel en las paredes, imágenes del abecedario en hebreo o las fotos de grandes rabinos; éstas sirven de inspiración a las personas y les da aliento a mejorarse cada día.

Artículos festivos

Otra de las labores esenciales de la casa judía es que funciona como centro de reunión para las familias. En ella conviven abuelos, nietos, primos, sobrinos, cuñados y consuegros. Ya sea que la familia se junta para celebrar el Shabat o una vez al mes con la llegada de cada festividad, hay ciertos artículos necesarios que dan testimonio a de esas reuniones. El plato del séder decorado con plata o hecho de porcelana es un recuerdo de la noche de Pesaj; el candelabro de nueve brazos colocado a veces en el centro de la sala nos puede contar como el padre de la casa prendió las ocho velas de Janucá; el shofar escondido en la recamara del hijo más grande nos platica las horas que pasó practicando para sacar los sonidos precisos que Rosh Hashaná exige.

Instrumentos de Shabat

Aquel que celebra Shabat sabe que a veces no es fácil todas las semanas separarnos de nuestros aparatos electrónicos elaborados o dejar de cocinar un día. Por eso existen aditamentos e instrumentos elaborados que nos ayudan a realizar las acciones que haríamos normalmente sin estas restricciones. El reloj de Shabat, por ejemplo, es uno de ellos; está conectado a la luz eléctrica de se programa un día antes para prender y apagar automáticamente las luces que se usan durante la cena del viernes. Otro instrumento interesante, es la plancha de Shabat, ésta es una plancha larga de metal que se coloca sobre un fuego bajo y mantiene caliente la comida para las celebraciones; también existe su versión eléctrica.

Sin embargo los instrumentos más importantes son aquellos que se usan para realizar las actividades específicas del Shabat, como los candelabros de plata donde la mamá prende las velas, la vajilla fina con la que se come en este día, el cuchillo y la tabla especial con la que se parte el pan, la copa del kidush (rezo a través del cual se santifica el día con vino) y los instrumentos para realizar el rezo de Havdalá.

Cocina kosher

Otra de las cosas que es muy distinta dentro de una casa judía al resto de las casas es que muy probablemente sus habitantes coman kosher, ello requiere que la cocina también deba ser kosher, lo cual trae consigo múltiples complicaciones. En primer lugar, la vajilla y utensilios con la que se comen y preparan platillos de carne no puede mezclarse con vajilla y utensilios que se usan para comer y cocinar platillos lácticos. Todas las casas tienen dos vajillas, dos sets completos de cubiertos, dos grupos de utensilios, dos toallas para secar, dos saleros, dos de todo kosher; uno para leche y otro para carne; es común encontrar dos estufas distintas, un horno eléctrico pequeño y dos lavabos, hay quien incluso tiene dos refrigeradores. Los gabinetes, estantes, lavabos o hornos están marcados con símbolos de color o letreros discretos que avisan a los visitantes donde colocar cada cosa y qué usar para comer el plato del día.

Libros sobre judaísmo

Al pueblo judío se le ha llamado “el pueblo de los libros” esto es así porque gran parte de nuestra tradición se concentra en ciertos libros básicos que todo judío llega a estudiar al menos una vez en su vida. Los más importantes claramente son el Talmud y la Torá; juntos comprenden la tradición escrita y la tradición oral que fue revelada por D-os a Moisés desde el monte Sinaí.

La Torá es la tradición escrita, es sagrada, está compuesta por cinco libros y los judíos creemos que fue dictada por D-os a Moisés letra por letra. Es la base de cualquier práctica religiosa judía o cualquier desarrollo filosófico. En ella se encuentran numerosos mandatos e historias que los explican y nos enseñan una perspectiva muy particular sobre el comportamiento usual del hombre y su relación con el mundo y D-os; es la base de la perspectiva judía. Casi todas las casas tienen al menos un ejemplar que contenga los cinco libros de la Torá con las aclaraciones de al menos un comentarista (Rashi siendo el más común). Usualmente se tienen varios ejemplares con los comentarios de distintos filósofos.

El Talmud por su lado, recopila gran parte de la tradición oral que existía hasta la destrucción de Jerusalén y la invasión romana. Son alrededor de 72 tratados que discuten principios o leyes halajicas que fueron establecidas por los rabinos de antes o se encuentran en la Torá; incluye historias, discusiones, reflexiones filosóficas y argumentación legal de todo tipo. Es muy común en las casas judías encontrar al menos un compendio del Talmud completo en la estantería de los libros.

Otro libro que no puede faltar es el sidur, es el libro de rezos más completo que existe en el judaísmo y el más usado. En él se encuentran los rezos de los tres servicios, las bendiciones tanto de la comida como de ocasiones especiales, los rituales específicos de cada festividad y los textos más importantes que deben ser leídos en determinadas ocasiones. Cuando uno quiere empezar a rezar, es el primer libro que se compra, generalmente cada integrante de la casa tiene uno o más de este libro.

Finalmente, es común que las casas tengan un Shuljan Aruj o Mishne Brura, que son los libros más importantes de halajá que existen hasta la fecha. En ellos se encuentran todas las normas de comportamiento que cualquier judío religioso sigue.

También es común que se encuentren otros libros con temática judía como los libros de midrashim (relatos de la tradición oral) o libros de historia y filosofía.