Enlace Judío México e Israel – El trágico tiroteo escolar en la ciudad de Torreón que sacudió a México trajo ecos de una de las sucesos más conocidos de este tipo en la historia de EE.UU: la masacre de Columbine. Uno de sus perpetradores, Dylan Klebold, tenía raíces judías.

La mañana de este viernes en una escuela primaria de la ciudad de Torreón, Coahuila, un niño de 11 años mató de un tiro con arma de fuego a una maestra, hirió a cinco compañeros suyos y un maestro, y presuntamente terminó por suicidarse, reportaron medios mexicanos.

Las imágenes difundidas del cuerpo del menor lo muestran con un pantalón negro de tirantes y una camisa con la frase aparentemente escrita a mano de “Natural Selection” (selección natural).

En declaraciones a la prensa, el gobernador de Coahuila Miguel Riquelme calificó a la frase como una influencia que el chico habría tenido por un videojuego del mismo nombre. Sin embargo, la ropa usada por el niño aparentemente se trataría de la misma vestimenta usada por el adolescente Eric Harris, uno de los dos tiradores de la llamada masacre de Columbine.

El día 20 de abril de 1999, Eric y su mejor amigo Dylan Klebold asesinaron con armas de fuego a 12 compañeros suyos y un maestro, e hirieron a 21 personas más en una escuela preparatoria de la localidad de Columbine, en el estado de Colorado, antes de suicidarse ambos.

El suceso marcó hasta entonces la mayor tragedia escolar en EE.UU., mientras que Eric y Dylan han quedado como figuras inspiracionales para otros jóvenes tiradores que han realizado o han intentado realizar actos de la índole, como aparentemente sucedió con el hecho de Torreón.

Dylan, de 17 años de edad, tenía raíces judías que aparentemente prefería ocultar, incluso a Eric, quien fue su más cercana amistad y compañero hacia la muerte.

El bisabuelo materno de Dylan, Leo Yassenoff, fue un líder comunitario y filántropo judío del estado de Ohio cuyos padres habían inmigrado en el siglo XIX hacia EE.UU. desde el territorio actual de Ucrania. Su hijo Milton Yassenoff se casó con una mujer no judía de nombre Charlotte, pero pese a ello, criaron a su hija Sue Yassenoff como judía, de acuerdo al Jewish Weekly.

Sue formó una familia con Thomas Klebold, el padre de Dylan, nacido en 1981. Klebold es de religión luterana, la fe que se estableció en el nuevo hogar. Pese a ello, algunas tradiciones judías como Pésaj, la festividad judía que conmemora la salida de los judíos de Egipto, eran celebradas en la familia.

Durante una entrevista a la estación radial National Public Radio en 2016, la madre de Dylan, Sue, reveló un episodio en la vida de su hijo que expuso cómo lidió con ello.

Sue recordó en la entrevista a National Public Radio que Dylan no quería asistir al Seder de Pésaj que se realizó con su familia a inicios del mes de abril de 1999, a unos días de la ejecución del tiroteo, aunque finalmente terminó por ir, realizando incluso las tradicionales cuatro preguntas del Seder, al ser el menor de los dos hijos del matrimonio Klebold, según dijo un testimonio en ese año a The New York Times.

Solo después del suicidio de Dylan, Sue pudo saber más sobre la concepción que él mismo tenía de su origen judío justo gracias a ese Seder, el último que tuvo en vida, cuando vio una de las llamadas “cintas del sótano”, material videograbado por su hijo y Harris que confiscó la Policía para su investigación.

“Él [en uno de los videos] hizo una referencia a Eric de tener que ir al Seder, y no quería ir, contándole a su amigo esto. Pero lo que fue impactante y sorprendente de eso es que era obvio para Eric en ese momento él no sabía que Dylan tenía familiares judíos. Fue una sorpresa para Eric”, narró Sue a National Public Radio.

Es conocido que Eric era un admirador de Adolf Hitler, llegando al punto incluso de escribir ensayos escolares sobre el nazismo, así como de garabatear esvásticas o signos de la SS en su diario.

“Y recuerdo a Dylan como tratando de retractarse diciéndole: ‘Bueno, [la familia] no es verdaderamente judía, la verdad es que es solo algo así como judía en una octava parte o en una cuarta parte”, detalló Sue.

Ante las palabras de Dylan, Eric se le quedó viendo, lo que, según manifestó Sue, la llevó al punto de preguntarse a sí mismo qué es lo que el amigo de su hijo estaba a punto de hacer en ese momento, si acaso maldecir a Dylan o a ella misma.

“Dylan se ve aparentemente estremecido al tener que revelar esto. Pero luego Eric dice algo así como ‘lo siento, amigo’ o expresando su simpatía por tener que lidiar con esto. Eso fue también una sorpresa total”, concluyó Sue.

Las llamadas “cintas del sótano” fueron destruidas por orden de las autoridades locales, decisión que Sue defendió, ante su temor de que su revelación al público terminara por ser un peligro para otros potenciales niños o jóvenes con los problemas sufridos por Dylan y Eric que pudieran obtener el material.

Tras Columbine, Sue se convirtió en una activista a favor de la salud mental y en materia de prevención del suicidio. En el año 2016 publicó el libro A mother’s reckoning: Living in the aftermath of tragedy, una obra de memorias donde aborda la vida con su hijo Dylan y analiza los porqués que lo llevaron a su trágico acto.

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