Enlace Judío México e Israel – Este 14 de enero se inauguró el 17 Festival Internacional de Cine Judío en México. Por la alfombra roja desfilaron algunas de las embajadoras del festival y, como invitado especial, el embajador de Israel en México, el señor Zvi Tal dirigió un discurso. 

Con una asistencia mayoritaria de miembros de la comunidad judía de México, y en un ambiente de fiesta y camaradería, se inauguró formalmente la edición 17 del Festival Internacional de Cine Judío en México, que este año lleva por lema “Historias que inspiran”.

Mujeres destacadas de la comunidad judía, celebridades del espectáculo, empresarios y entusiastas del cine colmaron el lobby de Cinépolis VIP Arcos Bosques, que fue el escenario para que organizadores y embajadoras del festival desfilaran por una simbólica alfombra roja desde donde se ofrecieron los discursos inaugurales y donde se cortó el listón en gesto protocolario.

“Sobre todo este año, que perdimos el recurso de gobierno, es gracias a la comunidad judía que estamos levantados”, dijo en un discurso de agradecimiento la directora del festival, Fredel Saed, quien lució emocionada y activa durante todo el evento.

Saed agradeció a los patrocinadores, donantes, aliados y colaboradores del festival, así como a las embajadoras que engalanaron la noche con amplias sonrisas, atuendos vistosos y una actitud de fiesta que no cejó en toda la noche.

“Mi corazón brinca de alegría de ver a tanta mujer talentosa sumándose a una causa cultural. Gracias, gracias a todas por sumarse y por ser parte de este proyecto”, dijo. También agradeció al equipo profesional que trabajó para hacer posible esta nueva edición de un festival que, a decir de Saed, estuvo cerca de ser cancelado tras la decisión gubernamental de recortar los recursos públicos a los festivales de cine.

Por su parte Teófilo Kalach, presidente del FICJM, habló sobre el tema central del festival, las mujeres. “Da la impresión de que el mundo acaba de descubrir que todo gira en torno a la mujer (…). Durante miles de años, el mundo ha estado ciego a la mitad del talento de la humanidad”, recordó.

Kalach hizo referencia a su propia experiencia: “mi padre llegó a México hace 70 años de un país donde vendían a las mujeres como mercancía (tal vez lo sigan haciendo ahí) y después, bueno, yo me casé, tuve hijas. Cuando nacieron mis hijas me las imaginaba jugando muñecas, bailando ballet, pero todo estaba cambiando. Mi hija nunca usó tutú y mallones, fue portera de futbol —una gran portera, por cierto— y usó guantes y rodilleras.”

“Tuve otra hija que estudió Ingeniería en el TEC. Me sorprendió que en la graduación, más de la mitad de los graduados eran mujeres y, de hecho, tenían más menciones que los hombres. Cuando yo estudié Ingeniería eran cuatro mujeres en una generación de 200  hombres”, recordó.

Dijo que el festival es una oportunidad para quienes viven dentro de un ambiente judío, “de mirarnos desde otro punto de vista y reflexionar sobre quiénes somos y cómo ser mejores. Nos encantaría que nuestros espectadores, además de recibir entretenimiento, encuentren algunas respuestas y, por qué no, salir con nuevas preguntas de nuestras funciones, logrando así nuestro objetivo, que es crear una sociedad más tolerante y con una visión más abierta, como suele hacerlo el arte y la cultura, mejorando, aunque sea un poquito, el mundo en que vivimos.”

“En las sociedades existen muestras de expresión artística que resultan muy importantes para crear momentos de entretenimiento, tanto para niños como adultos”, dijo en su turno el embajador de Israel en México, Zvi Tal, quien asistió acompañado por su esposa. “La industria del cine se ha convertido en una de las más importantes de las últimas décadas”, aseguró.

Dijo que “el cine permite llevar una variedad de contenidos a otros lugares del mundo y encontrar realidades que muchas veces no conocemos. El cine es importante por su posibilidad de generar representaciones mentales de diversas cosas.” Recordó que, desde hace más de un siglo, el cine mexicano ha figurado como uno de los más importantes del mundo. También habló de la cinematografía israelí que, dijo, goza “de un éxito sin precedentes” y no exclusivamente entre las comunidades judías.

 

En entrevista exclusiva, la directora del festival, Fredel Saed, dijo que se sentía “muy emocionada de hacerle esta fiesta a todos los patrocinadores y donantes que apoyan el proyecto y que gracias a ellos seguimos en pie.”

Dijo que la falta de apoyo gubernamental hizo que, en varios momentos, los organizadores se sintieran “en la cuerda floja” pero que, gracias a la comunidad judía, el festival logro prevalecer un año más. Al hablar sobre las cintas que componen la selección de este año, Saed destacó las virtudes de El viaje de Fanny. “Es entrañable, es bonita, está muy hermosa.”

En cuanto a la película que más polémica va a desatar, Saed opina que se trata de La ley, cinta francesa que narra la historia de una mujer que primero sobrevivió la Shoá y luego se convirtió en la artífice de la ley de despenalización del aborto en Francia, hace cuatro décadas.

Al respecto, la siempre sonriente y entusiasta directora del FICJM piensa que “en 40 años seguiremos discutiendo de lo mismo y algún día lograremos todos llegar al acuerdo de que cada una tenemos que decidir por nuestro cuerpo.”

 

 

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