Enlace Judío México e Israel – Actualmente, existe una calma relativa en Cisjordania. La publicación del plan de paz de EE.UU. visto como a favor de Israel y en profundo desacuerdo con la postura palestina podría cambiar esta realidad.

AVI ISSACHAROFF

El “Acuerdo del Siglo” se presentará la próxima semana durante un inusual período de calma relativa en Cisjordania. Todo es siempre relativo – tanto en el lado palestino como en el israelí, con un bajo nivel de fricción.

¿Quién se beneficia de la publicación del plan de paz en este preciso momento?

La respuesta es clara. Sólo dos personas necesitan realmente este plan, en este momento: el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el presidente de EE.UU. Donald Trump.

En cuanto a los palestinos y los habitantes judíos de Cisjordania, es dudoso que el plan mejore la situación sobre el terreno. Todo lo contrario.

Veamos primero el lado judío. Pronto, tal vez incluso este año, la población de judíos en Cisjordania alcanzará los 500 mil. Hasta hace poco, la idea de medio millón de judíos allí habría sonado como una quimera. Hoy en día, incluso la visión de un millón de habitantes parece alcanzable. Grandes y pequeños asentamientos, incluidas las grandes ciudades, están creciendo. La sensación de seguridad entre los residentes ha mejorado, aunque siempre existe el peligro de ataques terroristas.

¿Qué hay del lado palestino? Aquí hay una mezcla de apatía y relativa estabilidad económica – lo que los palestinos llaman “ocupación normalizada”.

Por ejemplo, no hay controles carreteros en las zonas de la Autoridad Palestina en Cisjordania. Un residente de Jenin que viaja a Hebrón no será detenido por un reten – algo que hasta hace poco hubiese parecido una fantasía. El 95 por ciento de los jóvenes palestinos tienen teléfonos celulares. Las tiendas de comestibles están llenas de mercancía. Se están abriendo nuevos hoteles y restaurantes. La actividad inmobiliaria ha ido en aumento.

La tasa de desempleo en Cisjordania se sitúa en un 18 por ciento, pero esta cifra no incluye a los palestinos que ingresan a Israel para trabajar ilegalmente todos los días.

Entre 70.000 y 80.000 trabajadores entran legalmente a Israel y otros 30.000 trabajan en los asentamientos. Pero entre 30.000 y 40.000 más cruzan a Israel ilegalmente. Casi nadie los detiene y generalmente pasan sin problemas de Cisjordania a Israel a través de innumerables brechas en la barrera de seguridad. En el pasado, Israel trató de detener este fenómeno. Pero esos esfuerzos han terminado en gran medida en los últimos meses. De hecho, el establishment de seguridad está facilitando la entrada de los ilegales.

Es cuestión de prioridades y aspectos prácticos: en total, 130.000-150.000 obreros palestinos que ganarían 100 shekels (30 dólares) al día en las zonas de la Autoridad Palestina obtienen hasta 400 shekels (120 dólares) al día de sus empleadores israelíes. Y, por supuesto, su motivación y la de sus familias de arriesgar esto con ataques terroristas es relativamente baja.

También debe tenerse en cuenta el papel de la Autoridad Palestina en el mantenimiento de la calma relativa. El presidente de la AP, Mahmoud Abbas, quien se acerca a los 85 años, fue electo hace 15 años. Desde entonces, la Autoridad Palestina, con sus decenas de miles de empleados, ha supervisado una estabilidad impresionante (en términos relativos, por supuesto). La coordinación de la seguridad entre Israel y la Autoridad Palestina continúa como de costumbre, y los aparatos de seguridad de Abbas arrestan cada semana a miembros de Hamás, la Yihad Islámica e incluso de Al Fatah que planean perturbar esta calma.

Todo esto ha creado un clima económico razonable, ciertamente mucho mejor que el que existe en Gaza o en los países árabes vecinos. No hay comparación entre el desarrollo económico en Cisjordania y en Israel, pero de nuevo, desde la perspectiva de muchos cisjordanos, esta es la ocupación que se ha convertido en una ocupación de lujo.

Sin embargo, esta realidad es frágil. ¿Qué sucederá el día después de Abbas? Es muy difícil saberlo, pero ciertamente existe la posibilidad de algún tipo de levantamiento popular, similar a la Primavera Árabe, contra la Autoridad Palestina, que no goza de popularidad entre los palestinos de Cisjordania.

Y luego, por supuesto, siempre existe el peligro de algún evento dramático e inesperado en el ámbito diplomático o de seguridad que podría desestabilizar radicalmente la situación y desencadenar la violencia: un gran ataque terrorista palestino. Terrorismo judío. Un anuncio de anexión de territorio por parte de Israel. Un anuncio de la Autoridad Palestina de que deja de funcionar… O, de hecho, el anuncio de lo que se considera como un “plan de paz” hostil.

El anuncio previsto para dentro de unos días de un plan que se espera que sea especialmente favorable para Israel, y que está profundamente en desacuerdo con la postura palestina, podría producir una respuesta extrema de los palestinos, invirtiendo las tendencias prevalecientes en ambos lados.

Cabe preguntarse si el gobierno de Estados Unidos ha tomado en cuenta esto. Y si es así, si alguna de esas preocupaciones fueron marginadas en comparación con el deseo de impulsar a Netanyahu, el aliado de Trump, en las seis semanas previas a las próximas elecciones en Israel. Y, de hecho, para impulsar al mismo Trump también.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.