Enlace Judío México e Israel – Si tuviste o tienes hermanos y naciste después de los ochenta seguro recuerdas pasar horas enteras en la sala preguntando ¿Tengo el pelo café? ¿uso sombrero? ¿soy calvo? “Adivina quién” hasta la fecha es uno de los juegos más vendidos y usados del mundo. Es una de las creaciones más conocida de la Theo y Ora Coster, dos judíos israelíes que tras sobrevivir el Holocausto empezaron a producir juguetes caseros y terminaron por llevar sus inventos a todo el mundo Michelle Spellman, desarrolladora de juegos ella misma, nos cuenta la historia de esta maravillosa pareja.

Theora Designs. Michelle Spellman

Ora y Theo han sido un increíble equipo de trabajo y pareja por 58 años. Desde 1965, su compañía, Theora Design (la unión de sus nombres), fundada en Tel Aviv, ha creado y licenciado más de 160 juguetes, juegos, actividades manuales y conceptos novedosos en todo el mundo.

Algunas de sus creaciones más famosas incluyen juegos como “¿Adivina quién?”, vendido hoy por Hasbro y fabricado por la marca Milton Bradley en los 70’s, o Zingo que hoy tiene amplia popularidad tanto en Israel como Estados Unidos.

El primer éxito

Con el nombre de Matat (que en hebreo significa regalo) Ora y Theo empezaron a crear juguetes que otras compañías daban a sus clientes como regalo.

Una de sus creaciones más famosas de entonces fue el diseño de “Icetix;” éstos consistían en palitos de paletas pensados y diseñados para ser utilizados como bloques de construcción. Eran coloridos, flexibles, encajaban uno con otro fácilmente y podían cortarse sin herramientas. Era el juguete perfecto para los niños de esa época.

La compañía láctea Borden los compró y produjo más de 12 mil millones de palitos a partir de 1969. Los llamaron “Elsiestix” en referencia a “Elsie la Vaca” la mascota de su marca. Fueron un gran éxito incrementando las ventas de paletas en gran proporción. A su vez, esta venta, les permitió a Theo y Ora incrementar su producción y explorar nuevas ideas con mayores recursos, impulsando su marca en toda la década de los 70’s.

Una infancia dolorosa

Para poder entender con profundidad es significado de su éxito, tenemos que entender las grandes dificultades que han enfrentado con los años. Su propia infancia fue oscurecida por una de las peores guerras que hasta la fecha ha vivido la humanidad.

Theo nació en Ámsterdam en 1928, cerca del Mar del Norte. Su familia tenía una imprenta en esa ciudad. Fue compañero de escuela de Ana Frank y solía caminar con ella a clases durante varios años, antes de que los nazis llegaran a Holanda. Cuando los Frank se escondieron en Amsterdam, la familia Coster fue escondida por una familia cristiana en una granja rural en Holanda. Para evitar ser detectados por la Gestapo, se vio obligado a cambiar su nombre de pila, Maurice Simon, por Theo, un nombre que mantuvo hasta hoy en día. Theo sobrevivió, su amiga, Ana, no.

Décadas después el mismo Theo produciría una película en respeto a su memoria titulada “Compañeros de Ana Frank” y un libro llamado “Todos usamos estrellas” en donde reúne a cinco de sus compañeros para hablar sobre los recuerdos de Ana y sus propias experiencias durante el Holocausto.

Ora por su lado nació en 1931 en un kibutz judío cerca del Mar de Galilea. Siendo adolescente se alistó en el ejercito israelí durante la guerra de Independencia en 1948. Después viajó a Inglaterra para estudiar Diseño Escenográfico y se convirtió en maestra de arte.

Durante ese tiempo, Theo se graduó de la universidad, sirvió en el ejército de Holanda y se convirtió en aprendiz de imprenta. Por tres años retomó la imprenta de su familia en Amsterdam hasta que un día agarró su moto y viajó más de 3,000 millas a Turquía y de ahí tomó un barco a Israel donde conocería a Ora en 1955. Dos años más tarde estaban casados.

¿Cómo empezaron a hacer juguetes?

Todo empezó cuando Ora estaba embarazada de segundo hijo. Tenía que reposar en casa y al mismo tiempo cuidar de su primogénito. Se le ocurrió una idea para entretenerlo y que se aprendiera las ciudades de Israel sin necesitar leer. Hizo un juego con un mapa para él. Un amigo que tenía una gasolinera los vio y le pidió a Ora permiso para fabricar el juego y regalarlo a sus clientes y así fue que Matat se creó.

Durante años Theo y Ora trabajaron juntos para crear varios de los juegos más populares en el mundo. A la fecha la empresa sigue siendo una empresa familiar donde sus hijos y nueras participan también en el proceso creativo.