Enlace Judío México e Israel – El general de brigada Gholam Reza Jalali,  jefe de la Organización de Defensa Civil de Irán, aseguró ante los medios de comunicación que por el nuevo coronavirus y la propagación de la enfermedad en su país refuerzan las afirmaciones de que el virus es un ataque biológico contra China e Irán.

“Las consecuencias del virus en términos de número de víctimas o el alcance de la epidemia y el tipo de propaganda mediática sobre este tema que tiene como objetivo aumentar el miedo y el pánico entre las personas, fortalece las especulaciones de que se ha lanzado un ataque biológico contra China e Irán con objetivos económicos”, declaró Jalali a la agencia semioficial de noticias Fars de Irán, informó The Times of Israel.

Jalali afirmó que el análisis y “ciertos reportes de noticias” apuntan a que el virus se encuentra en estado hostil, pero que se requiere investigación de laboratorio para comparar la nueva cepa con el virus primario con el fin de probar la suposición.

El martes, funcionarios de salud de la ONU dijeron que el nuevo coronavirus está bien establecido en Irán y advirtieron que la falta de equipo de protección para los trabajadores de la salud estaba complicando los esfuerzos para controlar el brote.

Michael Ryan, quien dirige el programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, admitió ante periodistas en Ginebra, “no es una situación fácil”.

“Al igual que en otros países, la enfermedad ahora está bien establecida”, dijo respecto de la situación en Irán.

El funcionario de la ONU aseguró que erradicar el virus en países donde se ha establecido “no es imposible” pero “es difícil”.

“Los médicos y las enfermeras tienen inquietudes de que no necesariamente tienen suficiente equipo, suministros, ventiladores, respiradores, oxígeno”, lamentó.

La OMS advirtió que los suministros de equipo de protección en todo el mundo se estaban agotando rápidamente, amenazando la respuesta general al brote, que ha matado a más de 3 mil 217 personas, principalmente en China, donde se detectó por primera vez en diciembre del año pasado.

“Esas necesidades son más agudas para el sistema de salud iraní que para la mayoría de cualquier otro sistema de salud”, señaló Ryan.

Insistió además en que si bien el aumento en los números podría parecer algo muy malo, reflejaba “un enfoque más agresivo para la vigilancia y la detección de casos”.

Un primer equipo de expertos de la OMS llegó a Irán el lunes  pasado para ayudar al sistema iraní de salud, dotaron de suministros médicos y suficientes kits de laboratorio para evaluar a aproximadamente 100 mil personas.

Por su parte, Irán cerró escuelas y universidades, suspendió importantes eventos culturales y deportivos y redujo las horas de trabajo en respuesta al brote.

El jefe nacional de servicios de emergencia, Pirhossein Kolivand, fue el último funcionario de alto perfil en contraer la enfermedad, dijo a la AFP un portavoz de los servicios.

Mohammad Mirmohammadi, de 72 años, asesor del líder supremo de Irán, Ali Jamenei, murió del virus esta semana, según la agencia de noticias Tasnim.

La vicepresidenta de Asuntos de la Mujer y la Familia de Irán, Masoumeh Ebtekar, el viceministro de salud del país, Iraj Harirchi, también enfermaron de COVID-19, además del jefe de servicios médicos de emergencia, Pir-Hossein Kolivand  y 23 legisladores del parlamento de Irán.

Hasta el momento se sabe que el virus ha infectado a por lo menos a 2 mil 922 personas y ocasionado por lo menos 92 muertes en Irán, uno de los países más golpeados por la epidemia luego de China, junto con Corea del Sur e Italia.

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