Purim, al igual que la esperanza, debe ser una sorpresa

máscara

Enlace Judío México e Israel – Una de los temas que celebramos en Purim es la sobrevivencia del pueblo judío frente a la cara del odio y la incertidumbre. Hamán quería matar a todos los judíos de Persia y fue Hamán mismo que por sus propios designios acabó muerto. La enemistad que surge y la lucha que se libra entre Ester, Mordejai y Hamán representa la lucha entre el bien y el mal, el odio y la unidad. Según nos narra el libro de Esther Hamán es descendiente de Amalek, la nación que en el desierto quiso aniquilar al pueblo judío y que representa espiritualmente a todos los que lo intentan hacer hoy en día. Según nos explica rab Berel Wein, Purim representa la sorpresa inesperada de la salvación y la esperanza de que el odio será contenido hasta el final de los tiempos. Aquí dejamos sus palabras.

Rab Berel Wein. No pierdas la esperanza

La historia de Purim es la historia de Amalek contenido, pero no derrotado completamente ni destruido. Hamán tiene la cabeza de una hydra y siempre tiene seguidores y discípulos. Hamán y sus hijos fueron colgados de un palo, sin embargo, su muerte no detuvo a los miles de seguidores que han tenido a lo largo de la historia.

En cuanto a la destrucción de los judíos, Hitler tuvo mucho más éxito que Hamán pues tan sólo en cinco años de odio y terror mató a seis millones de judíos. Sin embargo, Hitler, también destruyó Alemania completamente, con muchos más alemanes muertos en la guerra que judíos.

Uno pensaría que el mundo aprendería la lección de Amalek. Sin embargo, la realidad de Amalek es que desafía la lógica, el interés propio, la historia y sus lecciones. Purim es nuestra única esperanza de contener a Amalek. Purim siempre está oculto, es impredecible, sorprendente e inesperado. Al igual que Amalek es una constante en la vida y la historia de los judíos.

La sobrevivencia de nuestro pueblo se mantiene como un milagro que desafía las leyes de la historia. Aunque no es evidente y visible, está presente y vivo.

La incapacidad de distinguir entre Hamán y Mordejai, que nos pide el Talmud, es indicativa del misterio de Purim. Purim no siempre es lo que parece ser a primera vista. Es esa parte oculta de la festividad la que nos fascina y confunde. Nuestra salvación siempre es inesperada y muchas veces desafía cualquier forma de sabiduría y experiencia humana.

Purim nos enseña a nunca perder la esperanza, aunque enfrentemos un mundo difícil y un futuro incierto. Purim nos pide que asumamos una actitud positiva, que podamos ver los milagros, la belleza y no perdamos la esperanza. Por eso Purim es la única festividad del calendario judío que seguirá existiendo después de los tiempos.

Siempre necesitaremos a Purim y su mensaje para continuar funcionando y creciendo. Porque sin el mensaje activo de Purim, caemos en el temor de que Amalek pueda triunfar aún. Así que alegrémonos al saber que Purim está aquí con nosotros y que todo estará bien para la nación y el pueblo de Mordejai y Ester.

Sefora: Séfora es una mujer adulta con corazón de niña, cree fuertemente en que el único sentido del hombre es ético y como tal tiene una misión en la vida. Quiere recuperar una tradición perdida y agradece a Dios todos los días haber nacido como mujer. Le gustaría llegar a ser excelente ama de casa un día. Recuerda que la raíz de su nombre es hebrea (Tzipora) y quiere decir pájaro, símbolo de la libertad; para ella, el bien más preciado. Ve en el judaísmo una fuente de vida muy valiosa y se acerca a rabinos, escritores y personajes judíos para interpretar su mundo. Busca traducir palabras bellas para que más personas puedan encontrase en este mar.