Centro Médico Cedars-Sinai: Lo que deben saber los pacientes con enfermedades cardiovasculares acerca del COVID-19

Enlace Judío México e Israel – Los pacientes con enfermedades cardiovasculares pueden presentar un mayor riesgo frente a la enfermedad de COVID-19. Cedars Sinai Medical Center Los Ángeles comparte a continuación las recomendaciones de la American Heart Association.

La enfermedad causada por el virus, COVID-19, sobre el cual se informó inicialmente en la ciudad Wuhan en China en diciembre, ha enfermado a cientos de miles de personas alrededor del mundo, con miles de fallecimientos.

Las inquietudes son serias para personas con problemas cardíacos subyacentes. Personas mayores de 65 años con enfermedad cardíaca coronaria, o hipertensión, tienen una mayor probabilidad de infectarse y desarrollar síntomas más graves. El Colegio Americano de Cardiología emitió un boletín de advertencia para informar a pacientes acerca del potencial de los riesgos elevados, y para fomentar “precauciones adicionales”.

El boletín mencionó que, de acuerdo a informes iniciales, un 40% de los pacientes hospitalizados debido al COVID-19, también tuvo enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares. Distintas ciudades observan diferentes niveles de actividad viral, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que las personas con el mayor nivel de riesgo permanezcan en sus hogares cuando sea posible, así como que eviten las multitudes y limiten su contacto con otras personas.

El virus podría afectar a pacientes con enfermedades cardíacas de diversas maneras, reporta Orly Vardeny, profesora asociada de medicina en el Sistema Médico de Veteranos en Minneapolis y la Universidad de Minnesota.

El blanco principal del virus son los pulmones. Sin embargo, eso podría afectar al corazón, sobre todo en el caso de un corazón enfermo, el cual tiene que trabajar más para mover sangre oxigenada por todo el cuerpo, dijo Vardeny, esto podría exacerbar problemas en personas con insuficiencia cardíaca, con la cual ya le es difícil al corazón bombear eficientemente.

Alguien con algún problema cardíaco subyacente también podría tener un sistema inmunitario menos robusto. Vardeny comentó que el sistema inmunitario se va debilitando con la edad. Y, “en el caso de personas con condiciones médicas crónicas”, la respuesta inmunológica del cuerpo no es tan fuerte al exponerse ante un virus”.

Si una persona se contagia con un virus, agregó, el patógeno podría ocasionar complicaciones.

Los virus también pueden posar un riesgo especial en personas con acumulación de grasa en las arterias, lo denominado placa, añadió Vardeny. La evidencia indica que enfermedades virales similares pueden desestabilizar estas placas, lo cual podría ocasionar bloqueos en las arterias que alimentan al corazón y poner a los pacientes bajo riesgo de tener un ataque al corazón.

Vardeny enfatizó que la información acerca del COVID-19 está cambiando casi cada hora. No obstante, coronavirus anteriores, tales como SARS y MERS, nos dan información importante. Estos se vincularon con problemas tales como inflamación del músculo cardíaco, ataques del corazón, e insuficiencia cardíaca de aparición súbita.

COVID-19 se parece en algunos sentidos a la influenza, dijo Vardeny, quien es voluntaria en la American Heart Association. En estos momentos, indicó, “no pensamos que el riesgo en sí sea mayor, es solo que se está esparciendo con mayor velocidad”. Y, a diferencia de la influenza, no existe una vacuna.

El número de casos confirmados de COVID-19 está cambiando rápidamente. La Organización Mundial de la Salud informó una tasa de mortalidad a causa de la enfermedad de entre 2 y 4 por ciento en Wuhan, y de un 0.7 por ciento fuera de esa ciudad.

En comparación, hacia mediados de marzo, los CDC estimaron que se han dado por lo menos 36 millones de casos de influenza, con 370 mil hospitalizaciones y 22 mil  muertes a causa de esa enfermedad, en los EE.UU. y durante esta temporada.

Vardeny indicó que muchas de las precauciones que funcionan en contra de la influenza deben ser útiles para ayudar en contra del COVID-19, debido a que este parece contraerse de la misma forma: a través de gotas que hay en el aire cuando alguien tose o estornuda.

Por ahora, ella sugiere que la gente se proteja lavándose las manos, manteniendo limpias las superficies y evitando viajar a zonas con brotes de la enfermedad, así como evitar reuniones de más de 10 personas y cesar viajes opcionales, salidas a compras, visitas sociales e idas a restaurantes o bares.

La American Heart Association recomienda que personas con enfermedades cardiovasculares se mantengan al corriente con sus vacunas, incluida la de la pulmonía. El ACC también favorece que se vacunen contra la influenza para prevenir una fuente de fiebre adicional que podría confundirse potencialmente con una infección de coronavirus.

La Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias, advirtió en una conferencia de prensa en febrero, antes de que las recientes oleadas de casos confirmados se extendieran por todo el mundo, que los ciudadanos necesitaban prepararse. Messonnier resumió sus consejos de esta forma: “quédese en casa si está enfermo; cúbrase la tos; lávese las manos”.

Debido a los eventos en rápida evolución que rodean el coronavirus, los hechos y consejos presentados en esta historia pueden haber cambiado desde su publicación. Visite aquí para obtener la información más reciente y consulte con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los funcionarios de salud locales para obtener la orientación más reciente.

 


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