Las palabras son de magna importancia y para los judíos, el pueblo del libro, no son importan, sino que son esenciales.

El pueblo del libro ha pasado por la historia manteniendo sus tradiciones, siendo minoría en cada civilización con la que tuvo contacto y adaptándose a condiciones adversas, por ser minoría.

El Tehilim, el libro de Salmos, representa versos que acompañan a este pueblo, dándoles un poco de calma en tiempos difíciles. Tomando en cuenta la situación mundial respecto a la pandemia y la cuarentena, el sismo afectó a muchas personas, por lo que Enlace Judío realizó una lectura de Salmos, para poder canalizar la ansiedad que se sintió en la sociedad.

El Tehilim elegido para esta labor fue el Salmo #14, que sirve para librarse del miedo, de acuerdo a las Segulot. Leído por nuestro colaborador y amigo Mark Achar.


Aquí les compartimos la letra:

Para el Director del Coro, [un Salmo] por David: El necio dice en su corazón: “¡No hay Dios!”

Las acciones [del hombre] se han vuelto corruptas y abominables, nadie hace el bien.

El Eterno miró a la humanidad desde el cielo, para ver si hay algún hombre de inteligencia que busca a Dios.

Todos ellos se han descarriado juntos; se han vuelto corruptos; no hay nadie que haga el bien, ni siquiera uno. En verdad, todos los malhechores, que devoran a

Mi pueblo como devoran el pan, que no claman a Hashem, finalmente conocerán [las consecuencias de sus acciones].

Allí serán presa del miedo, pues Dios está con la generación justa. Vosotros os mofáis del consejo del pobre, que deposita su confianza en Hashem.

¡Si de Tzión viniera la salvación de Israel! Cuando Adonái haga tornar a los cautivos de Su pueblo, Yaacob se alborozará, Israel se alegrará.


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