Enlace Judío México e Israel – La creencia en el mal de ojo es ancestral, y está presente en casi todas las culturas. En esencia, se trata de la idea de que una persona con una actitud negativa —se suele mencionar con frecuencia a la envidia— puede traerle “mala suerte” a otra persona a la que se le quede viendo fijamente.

Por supuesto, se trata de una superstición de la que el judaísmo no está exento. Y, al igual que con todas las supersticiones, hay una arraigada práctica de elaboración y uso de amuletos que, en el caso del judaísmo, suelen utilizarse en la llamada “Kabalá práctica”.

En esta charla, Irving Gatell nos explica cómo funciona el pensamiento mágico del que surgen las supersticiones, y cómo esto se traduce en la creencia en los amuletos. También nos explica cómo el judaísmo revolucionó esta antigua disonancia cognitiva y la convirtió en un proceso educativo que, más allá de creencias en la buena o mala suerte, sí tiene la capacidad de transformar benéfica la vida del ser humano.

En el epicentro de todo gira la máxima declaración del pueblo judío: Oye, Israel, el Señor es Uno. Frase a la que sigue el mejor instructivo posible para darle un cauce positivo a nuestras vidas, y no vivir a expensas de nuestras creencias en lo mágico o asombroso.

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