Miles de israelíes se manifestaron en la Plaza Rábin durante la noche del sábado en contra de la gestión del gobierno en materia económica frente a la crisis del COVID-19. Altos funcionarios del gobierno dejaron en claro su consternación por el acto debido a la congregación numerosa que se registró en pleno rebrote de COVID-19, como Yóav Kisch, viceministro de Salud, que lo llamó un “ataque terrorista sanitario”.

 

Una encuesta del Canal 13 israelí indicó que el 75% de los israelíes dice no estar satisfecho con los pasos que ha tomado el gobierno en materia económica frente a la crisis por COVID-19, y el 61% dice no estar satisfecho con las decisiones de Benjamín Netanyahu como primer ministro en la materia.

Un incremento de 1,206 nuevos casos de coronavirus se registró en Israel en las últimas 24 horas, así como 8 muertes adicionales. Suman 38,670 casos acumulados y 362 decesos, mientras que los contagios activos se han elevado a 19,300 y 151 están graves.

Mañana lunes, el comité de coronavirus de la Knéset decidirá si las albercas, gimnasios y bares son o no reabiertos, de los que se ordenó recientemente su cierre ante el rebrote de COVID-19 en curso en el país.

El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ordenó el acondicionamiento y apertura de tres nuevos hoteles para que alberguen a personas con coronavirus o a personas que se ven en necesidad de entrar en cuarentena domiciliaria obligatoria.

Un palestino condenado a varias cadenas perpetuas por sus actividades terroristas durante la Segunda Intifada y encarcelado en Israel, dio positivo a coronavirus. Se trata del primer caso de un reo de esta naturaleza que se contagia de la enfermedad. Un alto funcionario palestino, Saeb Erekat, exhortó a Israel a liberarlo de inmediato y sin condiciones.

La Fuerza Aérea de Israel inauguró una nueva unidad que tiene el fin de integrar en ella a todas sus fuerzas especiales para poder optimizar y hacer más efectivas sus operaciones.