Enlace Judío México e Israel – Beny vino al mundo y parecía tener su misión muy clara: ayudar al prójimo, ser amable, cordial, noble, bondadoso, formar una familia y dar sin esperar nada a cambio. Sin duda lo logró.

Pues hoy, que físicamente ya no se encuentra entre nosotros, hay demasiadas personas que sienten un dolor simplemente indescriptible y eso, es la prueba irrefutable de la huella que dejó en cada una de las personas que Beny conoció.

Podríamos mencionar su larga trayectoria en esa vida a la que todavía le faltaban años por vivir, podríamos mencionar su paso por las distintas organizaciones, podríamos recalcar también que cuando la enfermedad lo sorprendió se encontraba fungiendo como presidente del Consejo Sionista de México, pero la verdad, todo eso sale sobrando pues lo que todos recordamos es el maravilloso ser humano que había detrás de cualquier gestión o rango.

Comienzan los días sin Beny, sin el esposo, el padre, el tío o el amigo, pero el recuerdo del incondicional Beny Zlochisty perdurará por siempre.

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