El Tehilim es uno de los libros más bellos de la historia, escrito por el Rey David y con una poesía que ha cautivado los corazones de millones. El Salmo 23 es uno de los más populares y más hermosos.

De acuerdo a varias fuentes bíblicas, cada uno de los salmos tienen una función específica, que ayuda a su orador con ciertas dificultades que vivimos normalmente, a éstas interpretaciones se les conoce como Segulot y en este caso, el salmo 23, está dedicado a hacernos navegar la incertidumbre, a través de la fe.

También existen salmos, que de acuerdo a las segulot, sirven para purificar el corazón, tener éxito en el trabajo, para agradecer bien a Dios y hasta para conseguir milagros.

Este Tehilim (Salmo) proviene de la traducción del Tanaj de Editorial Sinai y contiene la traducción más fidedigna del Tehilim de la Torá.


Salmo 23

(1) Un Salmo por David: El eterno es mi pastor, nada me faltará.

(2) En verdes praderas me hará yacer; hacia aguas tranquilas me conducirá.

(3) Mi alma renovará por caminos rectos; me guiará en virtud de Su nombre.

(4) Aún si anduviere por el valles de tinieblas, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu  bastón, ellos me reconfortarán.

(5) Ante mí prepararás una mesa a la vista de mis adversarios; ungiste con aceite mi cabeza; mi copa rebosa.

(6) Sólo el bien y la compasión me acompañarán todos los días de mi vida, y en la casa del Eterno moraré por largos días.


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