Enlace Judío México e Israel – Equivocadamente hay quien dice que los EE. UU. carecen de historia, una opinión hueca y desinformada sobre ese país que tiene más años de existencia que muchos de América Latina. El pasaporte norteamericano tiene imágenes en cada hoja sobre su historia, que inicia con la llegada de los colonos hasta la llegada a la Luna… 

Qué magnifica historia logró ese puñado de granjeros en un periodo relativamente corto, menos de dos siglos, incluyendo un avance notorio en las artes, cultura, sociedad y ciencias. Pero todos esos logros son malinterpretados y usados en contra de la misma nación por un sector de su propia gente, por sus propios detractores, por los antipatriotas (los Demócratas actuales) aquellos que hoy en lo que pareciera una guerra civil light pretenden destruir la cultura y la historia del país impulsor de las libertades civiles, ataque orquestado de forma muy hábil por poderes externos, perversos y oscuros que han logrado penetrar el alma y esencia de los EE. UU. controlando a los políticos corruptos, los medios, las redes sociales y los movimientos saturados de la peor clase de ciudadanos; drogadictos resentidos manipulados llenos de ira, controlados como marionetas y perros de ataque contra la actual administración y su presidente, que de forma muy clara es atacado por no odiar a su propio país.

Antifa, feminismo, pro-aborto, diversidad y globalización; las drogas más peligrosas

En las películas definidas por el director Martin Scorsese como “Parques temáticos”, es decir The Avengers, el universo cinematográfico de Marvel, vemos el concepto de Hydra, una organización obscura y antagonista de los EE. UU., un reducto del peligroso nazismo, del fascismo más radical que ha sobrevivido hasta nuestros días penetrando al gobierno en los niveles más altos, esto “solo” en las películas…

Hydra, que su logo es un pulpo en referencia a que básicamente tiene brazos en todos lados, controla a senadores, políticos y funcionarios de gobierno, a militares, sectores de la agencias de inteligencia, gran parte de los medios de (des)información etc. Es decir es un gobierno dentro del gobierno que tiene como objetivo controlar y destruir a la nación desde adentro, un caballo de Troya en pocas palabras. En los EE. UU. los globalistas antiamericanos que han tomado al Partido Demócrata que a su vez controla a la mayoría de los medios de información (desinformación, manipulación y propaganda) y varios sectores de gobierno y agencias de este han lanzado un ataque en todos los frentes con el objetivo de destruir lo normal y tradicional promoviendo movimientos marxistas y de demás radicales, que en lugar de lidiar con sus propios problemas personales utilizan el radicalismo político para actuar y sacar su frustración y derrota en vida, ya sea que defienden el aborto de manera fanática y violenta, el feminismo radical (si es que existe otro), los grupos gay (que los globalistas utilizan como punta de lanza en referencia a sus ramas violentas e intolerantes de imposición de opinión), el desprecio a la religión, en especial haciéndose anticristianos y antisemitas y al hombre blanco o de cultura occidental con términos altamente racistas como el white privilege.

Estos radicales militantes, en su intento, o al menos eso creen, de respetar la diversidad racial, cultural, de culto y preferencia personal (que todo eso es correcto, ese es el verdadero liberalismo y no, el que estos usurpadores del termino), deciden definir, en su hipersensibilidad e infantilismo emocional, como “hate speech” a cualquier discurso de “odio” pero odio ¿según quién? Aquí es donde todo cambió, en su intento de desaprobar al “discurso de odio” deciden censurarlo, con esto anulando la libertad de expresión de otros y al considerar que sólo su punto de vista debe ser el correcto lanzan un ataque contra todo lo que sea diferente, convirtiéndose contradictoriamente en los verdaderos intolerantes, fascistas y dictadores a los que aseguran combatir. Todo discurso debe ser permitido, así sea horrible, el censurar ideas que no gusten nos convierte en dictadores, En China y Corea del Norte es imposible opinar algo en contra de su gobiernos, porque son dictaduras. Es muy peligroso darle ese poder a un grupo, partido político o gobierno, darles el poder de decidir que podemos o no decir, opinar o pensar es la destrucción de las libertades individuales y nacionales. Pero esa es la libertad de expresión, no es perfecta, pero es mejor a no tenerla.

Los radicales Demócratas consideran que discurso de odio es todo con lo que ellos no estén de acuerdo, como si tuvieran la superioridad moral para imponer su criterio, cuando lo único que hacen es ser la nueva juventud hitleriana, que de liberales no tienen nada, son totalitarios promoviendo el socialismo y la destrucción de todo lo diferente, que hoy en día lo diferente no es más que lo tradicional, la nueva contracultura no es más que la cultura tradicional.

El mundo cambió, la izquierda se convirtió en la ultraderecha. Hoy estos grupos de choque consideran hate speech el ver una estatua de los héroes nacionales y cualquier simbología que promueva los valores nacionales. Los hoy llamados liberales se han convertido en los fascistas protiranía al servicio del globalismo con la radicalización social al considerar todo “racista”, la hipersensibilidad social con los safe space, la guerra racial que promueven sobre todo el Partido Demócrata, el penetrar y corromper a las universidades que se han convertido en un semillero del mensaje socialista marxista, antiamericano y antioccidente, los medios vendidos para promover la agenda globalista usando a activistas disfrazados de “periodistas” y a los políticos corruptos para impulsar y difundir su mensaje anti-valores tradicionales en una guerra sin cuartel convirtiendo nuestra realidad en una realidad orwelliana. 

Destrucción de estatuas, destrucción del pasado

Los nazis quemaban libros que no les gustaban, los Demócratas americanos tiran estatuas de personajes que les “ofenden”. Mismo acto fascista en contra de la historia, porque el objetivo de esto es censurar a la verdad y reescribir la historia, suplirla por una que adoctrine a la gente en una forma de pensar totalmente nociva y anti civilización. Hoy estos radicales socialistas pro Partido Demócrata americano consideran que todo es racista, que todos los que opinen diferente a ellos son “nazis” o supremacistas blancos y por lo tanto es justificable “destruirlos” absurdamente e indistintamente si el “acusado” sea blanco, negro, rosa, naranja etc. Por esa razón se han dedicado a considerar como racistas a todos los héroes nacionales, en Estados Unidos por ejemplo, las estatuas de Cristóbal Colón son desacreditadas y removidas, de George Washington, Teddy Roosevelt o el mismo Abraham Lincoln, cuando este último, fue el presidente Republicano que abolió la esclavitud en los EE.UU. Lincoln es ahora presentado como un “racista”. Que peligroso resultaría para, no solo los EE. UU., sino para el mundo que ese bastión de libertades cayera en manos de los actuales Demócratas que de forma clara y tajante expresan su odio por su país y todo lo que representa.

Durante los festejos del 4 de julio, conmemoración de la independencia norteamericana, festividad que incluye todo lo que los liberales odian: familias unidas, amor por la patria, diversión, felicidad, motivos para celebrar, sana convivencia y gente con su color natural de cabello, el presidente Trump dio un discurso en donde habló articuladamente de la realidad de lo que los liberales demócratas quieren hacer usando como pretexto los disturbios promovidos por los radicales y violentos miembros de “Black Lives Matter”.

“…no se equivoquen, esta ‘revolución cultural’ de los radicales de izquierda está diseñada para eliminar a la revolución americana, y al hacer eso destruirán a la civilización que rescató a billones de la pobreza, de las enfermedades, de la violencia y de la hambruna, y que llevó a la humanidad a nuevos y más altos niveles de logros, descubrimientos y progreso, para hacer esto posible ‘esos’ están determinados en derribar cada estatua, símbolo y memoria de nuestra herencia nacional… 

“…estos radicales enseñan en las escuelas que cada amor por la sociedad y el país debe ser despreciado, les enseñan a odiar a su propio país, les hacen creer que cada hombre y mujer que construyó esta nación no serían héroes sino algo peor, ‘villanos’ La visión radical de estos sobre la historia de Norteamérica es vista como una red de mentiras, cada perspectiva de la historia es removida, cada virtud es obscurecida, cada motivo es torcido, cada hecho es distorsionado y cada falla es magnificada hasta que la historia esté desvalijada hasta que cada revisión de esta, se encuentre desfigurada más allá de cualquier reconocimiento posible…”

Y tiene razón, como argumentó Tucker Carlson de Fox News, “Los EE. UU. derrotaron al fascismo y al comunismo, inventaron el avión y prácticamente todo invento de impulso para la humanidad en los últimos cien años, revolucionaron la agricultura eliminando con esto hambrunas en todo el mundo, la independencia norteamericana ha inspirado a otros movimientos independentistas en todos lados” siendo América Latina un buen ejemplo de esto, inclusive hoy en día, mientras los cabezas huecas de ANTIFA y BLM ondean banderas comunistas y queman las banderas americanas en Los Angeles, Portland, Chicago o Nueva York, en Hong Kong los independentistas bajo el cada vez más tiránico control chino, ondean banderas norteamericanas como símbolo de libertad. 

El mismo Trump ha dicho desde hace mucho que lo que ocurre en las escuelas en un “crimen” y de nuevo tiene toda la razón. Y sobre el según “racismo sistematizado”… simple: si los EE. UU. fueran una nación predominantemente “racista” como los liberales neciamente quieren obligarnos a creer, el anterior presidente, un liberal radical anticristiano y antisemita de raza negra nunca hubiera ganado la elección.

América Latina, el siguiente… 

Lo que ocurre en EE.UU. ya está ocurriendo en otras partes del mundo como Australia, Canadá, Reino Unido, España y peor en Sudáfrica, etc. Esta impuesta y artificial guerra racial y de destrucción de la historia ya empezó en América Latina, aún a algunos años de distancia de lo que está ocurriendo en EE.UU. pero lamentablemente en el mismo camino. Cada vez más veremos y escucharemos comentarios sobre la división racial y socioeconómica de América Latina, la división entre blancos descendientes de europeos siendo los españoles el grupo mayoritario de la minoría blanca en América Latina y los descendientes de los indígenas, primero a manera de chistes, bromas, etc. Pero el desastre se empieza acentuar y a especificar, para después empezar a hablar de crímenes, genocidios y “reparaciones”. De formas más claras los héroes nacionales europeos serán mal vistos, es decir, habrá una visión radicalizada de la historia para así poder destruirla y reescribirla. Los grupos saturados de personas con un alto grado de fracaso y por ende de revanchismo social serán los “soldados” de esta guerra diseñada para reventar a las ya precarias unidades nacionales de los países en América Latina. Algunos analistas hablan del plan globalista, que sería dividir a los EE.UU. en dos o tres naciones, a México en otras dos y así subsecuentemente reestructurar el orden geográfico y geoestratégico mundial al servicio de una perversa agenda. No sería la primera vez que esto ocurriera, los países de la actualidad no siempre han existido de la forma en que hoy los conocemos. 

En todo este desastre los judíos y los cristianos tienen el sagrado deber de defender su herencia cultural contra la propuesta “liberal” de destruir sus antecedentes, sus creencias y estilo de vida que estos radicales intentarán desacreditar, destruir sus símbolos e historia. La ventaja de ser testigos de lo que ocurre en EE.UU. es la de poder reconocer a los políticos que se presenten con agendas proglobalistas y pro esas ideas liberales, primero las más ligeras, después las podridas. En California los liberales quieren bajar la edad de sexo consensuado a 14 años y permitir el incesto, ideas y conceptos disfrazados de según “progreso” y “libertades” pero  que en realidad son la destrucción de la unidad nacional, la decencia, el orden natural y la civilización.

 


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