El Tehilim es uno de los libros más bellos de la historia, escrito por el Rey David y con una poesía que ha cautivado los corazones de millones. El Salmo 126 representa un llamado a la calma mientras uno intenta llegar a su hogar.

De acuerdo a varias fuentes bíblicas, cada uno de los salmos tienen una función específica, que ayuda a su orador con ciertas dificultades que vivimos normalmente, a éstas interpretaciones se les conoce como Segulot y en este caso, el salmo 126, está dedicado a todos aquellos que se encuentran fuera de su hogar y lo único que buscan es regresar a casa.


Salmo 126

1) Cántico de las ascensiones. Cuando El Eterno hizo tornar a los cautivos de Zión, éramos como gente que sueña.

(2) y se llenó nuestra boca con risas, y nuestra lengua con cánticos. Y dijeron entre las naciones: “El Eterno ha hecho grandes cosas con ellos”.

(3) Sí, grandes cosas ha hecho el Eterno por nosotros. (Por eso) nos alegramos.

(4)Vuélvenos de nuestro cautiverio, oh Eterno, como las corrientes en la tierra seca..

(5) Los que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría.

(6) Aunque siga su camino llorando el que lleva la simiento para sembrar regresará regocijo trayendo sus gavillas.


También existen salmos, que de acuerdo a las segulot, sirven para purificar el corazón, tener éxito en el trabajo, para agradecer bien a Dios y hasta para conseguir milagros.


Este Tehilim (Salmo) proviene de la traducción del Tanaj de Editorial Sinai y contiene la traducción más fidedigna del Tehilim de la Torá.