Enlace Judío México e Israel – Una de las más bellas cualidades es apiadarse de los demás, sin importar su nivel económico, si es conocido o no, ni si es un ser humano o no.

Vivir con el sentimiento de pensar en los demás, apiadarse de gente necesitada, brindar ayuda a gente que lo requiere representa una gran categoría y de gran nivel a los ojos de Dios, al grado que está escrito (Masejet Shabat 151b): Kol Hamerajem Al Haberiot, Merajamim Alav Min Hashamaim, “Todo el que se apiada de las criaturas (seres humanos, animales, vegetales), del Cielo se apiadan de él”. Y así está escrito en el Talmud Yerushalmi (Masejet Babá Kamá 8, 7): “Todo tiempo que seas piadoso con los demás, Dios será piadoso contigo”.

Escribe el Jafetz Jaim: “Hashem puede comportarse de dos maneras hacia la gente. Una es la forma estricta y según como lo marque la ley cabal, y la otra es con piedad y misericordia”.

Por supuesto que ninguno de nosotros queremos que Hashem nos juzgue de forma estricta, ya que quizá incluso no realizamos buenos actos como debieron ser hechos. Pero hay una solución para ser juzgados con piedad y misericordia: cuando nos apiadamos de los demás y vemos por ellos, igualmente Hashem nos tratará (Ahabat Jésed 2, 3).

A todo el que se apiada de las criaturas, del Cielo se apiadan de él.


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