Enlace Judío México e Israel – Una editorial del diario israelí The Jerusalem Post denuncia la farsa del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que celebrará hoy elecciones, mientras algunos de los países candidatos a ser parte del organismo son conocidos por sus violaciones a las libertades y la justicia, como China, Cuba, Rusia, Arabia Saudita y Pakistán.

De acuerdo al rotativo, UN Watch, una ONG dedicada a monitorear la labor de las Naciones Unidas y a promover los derechos humanos, distribuyó material previo a la votación y ha señalado los absurdos. También celebró un seminario web con disidentes de los derechos humanos perseguidos por estos mismos regímenes para pedir a los gobiernos de todo el mundo que se opongan a la elección de países con un historial de abusos.

“Elegir a estas dictaduras como jueces de la ONU en materia de derechos humanos es como convertir a una banda de pirómanos en el cuerpo de bomberos”, apuntó Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch.

El informe muestra cómo Cuba y Rusia, que son los únicos candidatos en sus respectivos grupos regionales, tienen casi asegurada su elección.

“En el grupo regional asiático, donde hay cinco candidatos que compiten por cuatro puestos, la elección de China, Pakistán y Arabia Saudita está casi asegurada”, según Neuer.

“Es lógicamente absurdo y moralmente obsceno que la ONU esté a punto de elegir para su máximo organismo de derechos humanos a un régimen que apiñó a un millón de uigures en campos, arrestó, aplastó y desapareció a quienes intentaron alertar contra el coronavirus y sofocó la libertad en Hong Kong”, señaló Neuer.

Asimismo, subrayó que Arabia Saudita llevó a cabo un récord de 184 ejecuciones en 2019; Rusia tiene un historial de asesinatos e intentos de asesinato de disidentes, incluidos periodistas y políticos; mientras que Cuba es un Estado policial.

Un informe de Amnistía Internacional sobre Pakistán reveló que el año pasado el gobierno continuó reprimiendo la libertad de expresión, arrestó y “desapareció” a disidentes, no protegió a mujeres y niños (incluyendo a las novias infantiles) y utilizó sus “leyes sobre blasfemia” para perseguir a las minorías religiosas, incluyendo a los cristianos.

Neuer pidió al Alto Comisionado de la Unión Europea, Josep Borrell, y a los países miembros de la Unión Europea encabezar el movimiento contra la elección automática de los países violadores de los derechos humanos.

Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, se retiró del organismo en junio de 2018 e Israel lo abandonó después de haber sido objeto de un continuo acoso sistemático.

Israel está sujeto a una agenda especial en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas llamada Tema 7 – “La situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados”. Este es el único tema permanente de la agenda para cada país que asegura que Israel, y sólo Israel, será condenado en cada sesión.

Siria puede masacrar a sus propios ciudadanos, Irán puede fomentar el terrorismo y perseguir a los defensores de los derechos humanos, China y Rusia pueden suprimir las protestas y los derechos humanos básicos, pero sólo Israel está sujeto a una revisión y una condena obligatorias. Esto no contribuye en nada a fomentar la paz. Al contrario, es usado como un arma por los palestinos.

El CDH es parte de una continua farsa. El historial de su predecesor, la Comisión de Derechos Humanos, era tan pobre que fue disuelto. El actual consejo, formado en 2006, no es mejor.

Hoy en día, el Consejo de Derechos Humanos pasa más tiempo condenando a Israel que observando las acciones de regímenes totalitarios como Corea del Norte.

La composición del CDH sirve para enfatizar que gran parte del mundo aún no es libre. Peor aún, son estos países no democráticos los que están juzgando al resto del mundo a través de un órgano oficial de las Naciones Unidas. Es hora de que esta farsa llegue a su fin. Para que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sea digno de su nombre, su composición debe reflejar a aquellos países que creen y respetan los derechos humanos.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha perdido toda la credibilidad y no puede realizar la tarea para la que fue creado. Debe ser reformado o disuelto. En su forma actual, el CDH continuará ignorando los graves abusos de los derechos humanos entre sus propios miembros.

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