Enlace Judío México e Israel –  Los nazis adelantados para el mal.

“La inteligencia sin amor te hará perverso”.

El hecho que del seno del pueblo más culto de Europa surgiera la fuerza más destructiva y letal jamás vista, constituye la pregunta del millón. Una pregunta que reverbera en nuestras cabezas por siempre. Y muchos han ensayado diversas respuestas desde diversos ángulos, un amplio abanico que comprende respuestas desde lo racional, psicológico, social y económico, hasta llegar a lo místico y lo religioso.

Y si bien deseo aclarar que no todos los alemanes fueron nazis, y no todos los nazis eran alemanes, no cabe duda que Hitler y sus acólitos lograron montarse e imponer su mandato, y utilizar toda la fuerza humana y la maquinaria, y la energía tanto de propios, de millones de subordinados (aún de los no creyentes ni afiliados al partido de los nacionalsocialistas), y también de sus propias víctimas, a los fines de alcanzar sus siniestros objetivos.

El ángel de la muerte

En este campo fértil, de guerra, destrucción y caos, crecen las malas yerbas, esos tallos amargos, que, en tiempo de paz y orden, serían sin lugar a dudas execrados y repudiados por cualquier sociedad que se precie de sostener valores humanos.

Es decir, mezclando un combo de palabras que aluden a tendencias o ideas como eugenesia (evitar nacimientos de niños con defectos físicos o mentales), mejoramiento de la raza, antisemitismo visceral, expansionismo nazi en la búsqueda de lo que ellos denominaban lebesraun (espacio vital para los pueblos germánicos), para lo cual se hacer necesario” limpiar el terreno”(exterminar) a los considerados subhumanos como los judíos y eslavos. La idea era repoblar esos territorios del este europeo con poblaciones consideradas “puras” a la doctrina nacionalsocialista.

Y es justamente en ese tiempo donde aparece en escena el doctor Josef Mengele (1911-1979), con el obvio permiso de Berlín, para seleccionar en Auschwitz (Polonia), y utilizar seres humanos, prisioneros, como cobayos o animales de experimentación, sin ninguna limitación o freno ético o moral, a los fines de investigar muy en particular las familias de gemelos o mellizos, con la idea de poder encontrar la causa o la “llave” y poder comprender el fenómeno de estas gestantes dobles o incluso triples en un solo embarazo, donde el objetivo era poder implementar o inducir nacimientos múltiples en la población aria.

No cabe duda, que Hitler, Mengele y sus subordinados comprendían en profundidad la palabra demografía (el estudio de poblaciones), y lejos de limitar la natalidad, el deseo de ellos era incrementarla. Evidentemente el führer o líder nazi entendía perfectamente la consignad de gobernar es poblar y además dominar territorios.

Los niños del Brasil.

La película los niños del Brasil (1978) basada en el libro del escritor estadounidense Ira Levin (1929-2007), donde mezcla realidad con ficción, sitúa al Dr. Mengele (ex-SS Hauptsturmführer o un grado de capitán), intentado reproducir mediante el procedimiento de clonación, niños que sean copias idénticas de Hitler, a partir de muestras de sangre o tejidos tomados en el pasado al malvado dictador.

La clonación humana que está prohibida en todos los países, solo transfiere los rasgos físicos similares, tomando como base un núcleo de una célula somática (corporal) del individuo a duplicar, e insertándola en un óvulo al cual previamente se le ha destruido su propio núcleo.

En la trama del film, el Dr. Muerte trata de jugar con las probabilidades y una trama macabra a los fines de recrear en estas fotocopias humanas, circunstancias vitales que se asemejen a la vida del líder nazi.

En resumen, la clonación se divide en reproductiva y terapéutica (regeneración y obtención de tejidos). La clonación reproductiva humana se encuentra prohibida, aunque la clonación en animales ha probado ser posible, caso de la oveja Dolly en 1996, y aquí en la Argentina en el año 2002, se obtuvo la primera ternera clonada del mundo “pampita” con la idea de obtener un “tambo farmacéutico”, y de esta estirpe de vacas clonadas y modificadas genéticamente se pudo obtener hormonas como la somatotrofina humana u hormona del crecimiento para tratamientos médicos.

Reflexión final.

No cabe duda que los nazis eran unos adelantados, pero por suerte para la humanidad toda, perdieron la guerra. Los alemanes estuvieron a la vanguardia en iniciar la era de la cohetería lanzando sobre Londres y otras ciudades las famosas bombas volantes V-1 y V-2. Fueron los primeros en sacar (afortunadamente demasiado tarde) los primeros aviones con motor a reacción. También en el desarrollo de otras armas y químicos, que de haberse podido fabricar al inicio de la contienda, podrían haber logrado un éxito militar arrollador.

Gracias a D’os el viento cambio, y aún individuos como Mengele, inteligentes pero sádicos, perversos, y carentes de aquello que denominamos empatía (entender al otro y ponerse en su lugar y comprender su sufrimiento), tuvieron que concluir sus días en la clandestinidad, puede que, en jaulas de oro, pero…, jaulas al fin.

Para concluir, desde los juicios de Nuremberg, el mundo civilizado tomo nota que toda investigación científica debe ser controlada, consentida, y monitoreada, a los fines de que el objetivo este acorde con los medios empleados. Dando protección legal a los investigadores, pero también protección y cuidado de la integridad física de todos los voluntarios.

Al conocerse los atroces experimentos de Mengele y de otros médicos nazis que fueron juzgados y muchos ejecutados en los otros juicios de Nüremberg, se dictó el Código de Nüremberg publicado el 20 de agosto de 1947, dictando normas éticas sobre experimentación en seres humanos, en este amplio tópico que es la bioética.


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