En marzo pasado, el actual presidente electo Joe Biden fue parte de la conferencia anual del Comité de Asuntos Público Israelo Estadounidense (AIPAC, por sus siglas en inglés), cuando se jugaba aún la candidatura presidencial para el Partido Demócrata, y manifestó algunas de sus posturas respecto a Israel que dan un panorama somero de su visión respecto a Israel y el antisemitismo.

En un mensaje de video, Biden recordó que su primer viaje al extranjero como senador de EE. UU. ocurrió en los años 70, ocasión en la que conoció a los fallecidos primeros ministros Golda Meir e Yitzhak Rabin.

“He trabajado con cada líder israelí desde entonces. Y en ese tiempo, ya sea con ustedes aquí en EE. UU. o en Israel, hay algunas cosas que no han cambiado y que no cambiarán”, continuó Biden, antes de enumerar una serie de posturas.

Siempre condenaré el antisemitismo, venga de la izquierda, la derecha o el centro.

Siempre estaré a favor de un Estado de Israel judío, seguro y democrático. Y siempre les diré que lo que yo creo, esté o no de acuerdo. Y nunca los boicotearé.

Biden denunció lo que calificó como el “surgimiento del antisemitismo” en EE. UU. en los últimos años y refirió actos de impacto mortal para la comunidad judía estadounidense, como los tiroteos de Poway, Pittsburgh y Jersey City.

En seguida, exhortó a la búsqueda por una paz entre Israel y los palestinos con una solución de dos Estados, pero, advirtió, “una verdadera paz, no una artimaña política vacía”, en aparente crítica a las políticas del presidente Donald Trump.

“Las dos partes [Israel y los palestinos], sentadas en la mesa, haciendo la dura labor de forjar un acuerdo. Porque una solución de dos Estados es la mejor manera de afianzar un futuro pacífico y seguro israelí para el Estado de Israel judío y democrático. Esa es la meta que todos compartimos”.

Biden reconoció las amenazas “existenciales” que los israelíes enfrentan con Hamás, Irán y Hezbolá, manifestando su respaldo al derecho de Israel a defenderse, pero, señaló, “no podemos salvaguardar a Israel sin paz, y la paz es indispensable”.

“Y es la también la mejor manera de cumplir las legítimas aspiraciones del pueblo palestino: expandir las oportunidades económicas, lograr justicia y proteger su dignidad. No tienen por qué ser antipalestinos para ser pro-israelí.

Los niños israelíes y palestinos merecen los mismos derechos de seguridad y oportunidad para seguir sus sueños. Todos tenemos que trabajar juntos por la crisis humanitaria en Gaza. Y no alcanzaremos ese futuro si no condenamos los pasos en ambos lados que nos aparten más de la paz”.

Biden hizo un llamado a los palestinos para que erradiquen todo tipo de incitación a la violencia en Gaza y Cisjordania. “Necesitan aceptar, de una vez por todas, la realidad y el derecho de un Estado de Israel judío, democrático y seguro en el Medio Oriente“.

En este punto, Biden también arremetió en contra de posturas sostenidas por la derecha en Israel, como el deseo por la anexión de Judea y Samaria, calificándolo como un obstáculo para la paz.

Israel, pienso, tiene que detener sus amenazas de anexión y actividad de asentamientos… Eso detendrá cualquier esperanza de paz. Y para ser franco, esos movimientos están alejando a Israel de sus valores democráticos, socavando el respaldo a Israel en EE. UU., especialmente entre los jóvenes de ambos partidos. Eso es peligroso”, dijo.

El hoy presidente electo Joe Biden aseguró que, aunque el panorama para lograr la paz es complejo, no es imposible, y pidió hacer esfuerzos para cumplir esta meta.

“Sé que es difícil, pero no es imposible. He visto al pueblo israelí hacer milagros, con un poco de esperanza y una determinación firme. Porque Israel, como EE. UU., es una nación optimista. No hay nada más allá de nuestra capacidad. Nada que no podamos conseguir si ponemos esfuerzo en ello. Y nada que no podamos lograr cuando Israel y EE. UU. están juntos”.

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