Al día de hoy aún no se sabe con certeza cómo surgió la vida. Sin embargo, existe un consenso bastante aceptado de que para que exista la vida debe haber agua. Es por ello que cada vez que surge la noticia de que se encontró agua en algún planeta, luna o cualquier cuerpo celeste, pensamos inmediatamente en la posibilidad de finalmente conocer la “vida” extraterrestre. Y entonces surge en nosotros la enigmática cuestión, ¿estaremos solos en este magnífico Universo? Así, permitimos que la imaginación departa y nos otorgue múltiples, fascinantes y distópicos escenarios, innumerables productos de ciencia ficción. Pero, en realidad ¿qué sabemos de esta emocionante agua extraterrestre?

Sabemos que según las condiciones de temperatura, y presión, el agua puede estar en estado sólido, como hielo; en líquido, que permite la vida; y en gas, es decir, vapor. La coexistencia de estos estados contribuyen al Ciclo del Agua que mantiene la vida en nuestro planeta azul. Sin embargo, son muchas las preguntas entorno al agua que existe fuera de nuestra Tierra. Y para ello, investigaciones recientes realizadas en y sobre el planeta rojo, nuestro planeta vecino, apuntan hacia la resolución de dos grandes misterios: el origen del agua, su inicio, y su final, su extinción.

Sabemos que existe agua en cuerpos celestes fuera de la Tierra; incluso a pesar de que pensábamos conocer muy bien nuestro satélite natural, hace unas semanas se describió la existencia de hielo en la Luna. Ante estos hallazgos, el Profesor Martin Bizzarro de la Universidad de Copenhague ofrece dos posibilidades. Una alternativa es que el agua llega por accidente a los planetas, cuando asteroides que contienen agua chocan con éstos, depositando ahí al agua. Otra opción, y la que el investigador opina que es la más viable, es que el agua existe en todos los planetas del Universo desde su origen, por ser un subproducto del proceso de formación.

Es evidente, que si esto último es cierto, implicaría que en los billones de billones de planetas que orbitan las millones de millones de estrellas del extenso Universo, existe agua y que por ende, también existe una enorme posibilidad de haber algúna forma de “vida” como la conocemos. De comprobar esta hipótesis, podríamos asumir que “no estamos solos”.

Para ello el Profesor Bizzaro y su equipo analizaron el origen del agua en Marte. Según explicaron en reporte de esta semana en la Revista Science (https://dx.doi.org/10.1126/sciadv.abc4941), durante sus primeros 90 millones de años de existencia en el planeta rojo había agua; los restos de canales, cañones y cráteres son vestigios de antiguos ríos y lagos que en su momento eran acuosos. Ese entonces, era un tiempo anterior a cuando los asteroides con posible contenido de agua entraron  a la parte interna del Sistema Solar con posibilidades de impactar a la Tierra o a Marte; sugiriendo entonces que el agua que hubo en Marte en sus primeros 90 millones de años, en su etapa inicial, tuvo que haber emergido durante su formación, de forma natural.

Para confirmarlo, los investigadores analizaron a detalle un trozo del meteorito Black Beauty descubierto en 2011 en el desierto de Marruecos. Este meteorito, llamado Noroeste África 7034 por el lugar de su hallazgo, llegó a la Tierra desde Marte. Por sus características, cada gramo de Black Beauty fue vendido en 10,000 dólares, los investigadores de la Universidad de Copenhague lograron comprar 50 gramos para medir el contenido de agua y entender con mejor detalle su origen. Según los investigadores, este meteorito, por ser de hace 4.45 miles de millones de años cuenta la historia de los inicios del Sistema Solar, en específico de Marte y por su alto contenido acuoso, confirma la hipótesis de los científicos. El agua existe desde el prinicipio de Marte, desde que se forman los planetas. Una grandiosa esperanza para el personaje de Jodi Foster en Contact.

Sin embargo ahí no queda lo interesante del tema. Esto sólo resuelve el origen del agua, pero, qué ha pasado con el agua en Marte, cuál fue su destino. Sabemos que hoy ya no hay esos ríos y lagos.

La temperatura y presión en la Tierra hace que el agua en forma líquida y sólida se mantenga sobre la superficie y la gaseosa permanezca en la parte baja de la atmósfera, proveyéndonos de la necesaria humedad. Este vapor, aquí en la Tierra, queda limitado por la llamada hidropausa que la detiene y no la deja escapar, la sostiene cerca de nuestra corteza terrestre. Sin embargo, el día de hoy, el Profesor Shane Stone de la Universidad de Arizona en Tucson junto con sus colaboradores, mostraron en la Revista Science que la poca agua en Marte sube sin detenerse hasta lo más alto de la casi inexistente atmósfera marciana, donde el vapor de agua sufre una ruptura, y se separa, dejando escapar átomos de hidrógeno hacía el vacío del espacio exterior. Es decir, que el planeta rojo esta teniendo una fuga constante, antes más acelerada, pérdida de agua.

Este hallazgo me pareció sumamente cautivador, con implicaciones extraordinarias. Por ello contacté al Profesor Stone, y en una interesantísima llamada telefónica, me explicó lo que el fragmento de Black Beuty demostró; que hace 4.45 miles de millones de años Marte era un planeta cálido y húmedo, y que conociendo lo que está ahora sucediendo en el borde exterior del planeta han estimado que hace 1 000 millones de años, Marte tenía lo equivalente a agua líquida capaz de cubrir al planeta rojo con un hipotético océano de más de 60cm de profundidad. Sin embargo hoy, la poca agua que queda, se encuentra en estado sólido, como hielo en los casquetes polares y de forma subterránea en el ecuador, y que ahora, por las condiciones marcianas, esta agua se sublima, pasando de hielo a vapor sin conocer el estado líquido, y se transporta sin frenarse hasta la parte más alta de la atmósfera, a 150 km de la superficie, casi en el límite con el espacio exterior, dejando en la superficie marciana el clima seco y frío que encontramos hoy.

Sabemos desde las clases básicas de química que si el agua (H2O) se deshace y el hidrógeno que es tan ligero escapa, quedan ahí la mitad de los equivalentes de oxígeno. ¿A dónde va este oxígeno? “Este oxígeno lo que hace es oxidar al planeta,” me explicó el Profesor Stone “es por ello que Marte es rojo, por el óxido de hierro que esta reacción ha generado por tanto tiempo”. Lo que sí es que Marte se esta quedando sin agua, “cuando en Marte el agua llega a lo más alto de la atmósfera, en apenas 4 horas se deshace liberando hidrógeno”, bajo los parámetros astronómicos, esto es realmente demasiado rápido.

Otra cuestión interesante, que el Profesor Shane Stone me compartió, es que además de este hallazgo hecho con las mediciones de la sonda MAVEN, también han logrado confirmar que el 60% de la atmósfera de Marte ha desaparecido. Claro que me preocupé por el agua del planeta Tierra, porqué no se está también deshidratando nuestro planeta. “Lo que sucedió hace 4 mil millones de años, es que el núcleo metálico de Marte, que antes era líquido como el de la Tierra, se solidificó. En ese momento, se perdió el campo magnético que mantenía a la atmósfera de Marte cautiva. Los vientos solares, poco a poco se fueron llevando esta atmosfera hasta dejarla prácticamente inexistente.”

Moraleja, no perdamos nuestro campo magnético terrestre, no sólo ayuda a la buena navegación con las brújulas, también mantiene a la atmósfera que permite la vida en la Tierra. Con eso de que Julio Verne predijo mucho de lo que vemos hoy, espero no haya ni soñado con un núcleo sólido en sus imaginarias expediciones al Viaje al Centro de la Tierra.

Por lo pronto, sabemos gracias a Stone que Marte no conservó el agua que Bizzaro insiste que existía desde que el planeta se formó. ¿Qué estará pasando en los demás planetas del Universo? Si queremos soñar en una posibilidad de vida extraterrestre al menos podemos comenzar a buscar en aquellos planetas que no presenten fugas de agua en forma de halos de hidrógeno, en aquellos que no se estén deshidratando como Marte.


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