Aunque los resultados de la elección en Estados Unidos todavía no son definitivos ni oficiales, es altamente probable que Joe Biden sea designado como el próximo presidente de esa nación.

Eso, por supuesto, implica un inevitable cambio en la política exterior de Estados Unidos, situación que afecta directamente a Israel.

¿Qué tan probable es que Joe Biden tome una postura abiertamente anti-israelí o, por lo menos, profundamente lesiva contra todo lo que se logró durante la gestión de Donald Trump? Por supuesto, es muy pronto para responder afirmativa o negativamente.

Pero Irving Gatell nos explica los posibles panoramas, desde la opción de que Joe Biden no haga cambios o giros drásticos, hasta la alternativa de que asuma una política muy similar a la de Barack Obama, abiertamente adversa a Israel.

Sin embargo, hay un hecho definitivo: Israel tiene el control de su propio destino, y aún en el caso de que Biden se pusiera del lado de los iraníes y los palestinos, es poco lo que puede cambiar en el terreno práctico, en la vida real.


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