Estimados Amigos:

Terminó un 2020 que queremos olvidar e iniciamos un año nuevo que nos trae la promesa de acabar con la pandemia y regresarnos a la normalidad que añoramos.

En Estados Unidos la gente se prepara a un cambio de gobierno el día 20 de enero, cambio que no ha sido fácil por la falta de concesión del presidente Trump que, a pesar de tener muchas pruebas de que las elecciones no fueron enteramente limpias, debería ya de aceptar que ganó Biden, ya sea por el solo hecho de demostrar que Estados Unidos es un Estado de derecho.

Las elecciones de mañana (escribo esta carta el 4 de enero) para senadores en Georgia son importantísimas, ya que en caso de que ganen los 2 demócratas los lugares en disputa, el Senado quedaría 50/50 y el voto de calidad lo tendría Kamala Harris, perdiéndose el principio de peso y contrapeso que ha hecho que funcione la democracia en Estados Unidos.

¿Por qué hay una elección en Georgia? La ley en un par de estados, este uno de ellos, dice que el ganador debe de tener 50%+1 votos del total de su contienda para ganar, y en las pasadas elecciones nadie obtuvo la mayoría absoluta. Están en disputa 2 senadurías, y por cada una de ellas se encuentran en la final los candidatos que más votación obtuvieron. Estas elecciones son una entre Purdue, republicano, quien alcanzó el 49.8%, contra el 46.7% del demócrata Ossoff, mientras la otra elección, donde originalmente se dividieron los votos entre 9 candidatos, hace muy difícil predecir quien de los 2 finalistas prevalecerá.

Yo espero que los republicanos ganen cuando menos una de las dos elecciones, para evitar que pueda haber cambios importantes en impuestos, número de jueces en la Corte Suprema de Justicia y muchas otras cosas que han propuesto los demócratas llamados progresistas que tienen ideas muy socialistas.

La economía en Estados Unidos ha perdido gran parte de la fuerza con la que rebotó después del inicio de la pandemia. Los números parecen indicar que la mejor descripción grafica es un símbolo de raíz cuadrada, con un movimiento hacia abajo, un rebote en V, y luego una estabilidad sin mayor mejoría.

Todavía hay cerca de 11 millones de personas desempleadas, casi el doble de las que no laboraban en febrero de 2020. Las solicitudes nuevas para desempleo siguen en niveles de 800,000 a la semana, cuando a principios del año pasado promediaban 215,000.

La inflación reportada sigue debajo del 2% y todavía está por verse el efecto que provocará la nueva ola de contagios; qué tantos empleos seguirán siendo virtuales y no presenciales, y cuantas empresas más tendrán que entrar en bancarrota por los nuevos cierres en tiendas, restaurantes, etc.

Otra de las incógnitas grandes es hasta cuándo empezará el regreso a la normalidad en toda la industria de hospitalidad como son hoteles, restaurantes, aerolíneas, cruceros, cines, etc. que representan cerca de 25 millones de empleos en todo el país.

El famoso segundo paquete de ayuda a la gente sigue atorado en el Senado, aunque ya se aprobaron los cheques de $600 para todos aquellos que en 2019 ganaron menos de $99,000. El incremento a $2,000 que estaba siendo negociado fue condicionado por los republicanos a otras dos cosas, la imposición de penalidades a las redes sociales por difundir falsedades y censurar lo que quisieran, así como por ciertos cambios a las leyes electorales para evitar posibles trampas.

Los mercados de valores tuvieron un año espectacular, cerrando los índices en su nivel histórico más alto. Este crecimiento es consecuencia del exceso de liquidez que agregó el Banco Central (FED), ya que la gente no aumentó el consumo, sino que utilizó el dinero que recibió como ayuda económica para ahorrar y bajar su gasto al no viajar, comer en restaurantes, etc., para pagar tarjetas de crédito.

Por lo bajo que están los intereses en los instrumentos de renta fija, mucha gente decidió invertir en la bolsa de valores. Aunado a esto influyó que las casas de bolsas de descuento (Schwab, Ameritrade, etc.) decidieron eliminar las comisiones en compra-venta de acciones, lo que permitió al inversionista pequeño convertirse en participe de los mercados e inclusive sustituir algunas actividades que antes hacía por diversión para “jugar en bolsa”. Se estima que el inversionista privado pasó a ser del 15% del volumen a 27% del total operado en los diferentes mercados.

La situación en México sigue muy seria, con un reporte no muy confiable de más de 125,000 muertos por COVID, y una serie de cambios en el gabinete, además de múltiples rumores sobre modificaciones adicionales a leyes, gabinete, etc.

Una pregunta que todos nos hacemos es de dónde sacará el gobierno los recursos necesarios para ejecutar todos los planes propuestos por encima del gasto corriente habitual.

El haber cancelado los fideicomisos existentes solo se puede hacer una vez y el terrorismo fiscal que presionó a muchas empresas grandes a “pagar lo evadido” tampoco se va a repetir. Lo más probable es que la captación por impuestos en marzo sea raquítica, ya que son pocas las empresas que tuvieron utilidades sustanciales en 2020. Esto hace muy difícil sostener el gasto social simultáneamente con las grandes inversiones como Dos Bocas, el tren maya, etc., sin recurrir a imprimir billetes sin sustento real.

Pemex reportó la menor extracción de los últimos años y una caída importante en sus exportaciones. Adicionalmente, tiene que sostener una carga financiera enorme por la deuda que tiene en sus libros, lo cual la descalifica como la eterna generadora de recursos para el gobierno, tal como lo fue en el pasado.

No cabe duda que el manejo de la pandemia afectó mucho al país. Las consecuencias de no haber empezado las medidas preventivas necesarias a tiempo se podrán reflejar en un largo plazo, algo que no podemos evaluar en este momento.

La formación de movimientos como “Va por México” solo tendrán un impacto real si logran incorporar a las clases media baja y baja. Sí son percibidos como un movimiento elitista no tendrán ningún impacto, ya que en México impera la sensación de que el “enemigo de mi enemigo es mi amigo”, lo cual hace que el pueblo seguiría apoyando a la administración actual si siente que el rico, al que percibe como corrupto y enemigo del pobre, está tan en desacuerdo con el ejecutivo.

Yo no pretendo sugerir ni recomendar nada, pero sí me gustaría que hubiera una oposición real que creara ese peso y contrapeso que quiero para Estados Unidos y que hace posible que exista el Estado de derecho.

Con referencia a los portafolios, diciembre fue un mes explosivo para los mercados accionarios, aunque el aumento no fue parejo y se concentró en las grandes empresas tecnológicas. La relación entre los precios de las acciones y las utilidades de las compañías esencialmente desapareció. Las 5 empresas más grandes del S&P, el índice de las 500 empresas más importantes del país, representaron el 45% del valor del índice, y el valor de mercado de Apple superó la suma del valor de las 3000 microempresas públicas que forman el índice Russell 3000.

Los bonos tuvieron un rendimiento de casi 7.5% para el 2020, a pesar del aumento en las tasas de interés donde el bono de la Tesorería de 10 años subió de 0.60% anual a 0.95% y el de 30 años se fue de 1.2% a 1.65%.

Por primera vez en la historia la rentabilidad del índice de bonos corporativos calidad de inversión estuvo por debajo de la inflación, lo cual creó una tasa de retorno considerada negativa. Como referencia, 18 trillones de dólares de deuda gubernamental de diferentes países del mundo está en retorno negativo, es decir que un bono no solo no paga interés, sino que devolverá a su vencimiento menos de lo que se pague por él hoy.

El oro tuvo un repunte en el mes y un buen año, pero acabó $150 por debajo del máximo alcanzado hace unos meses.

Es interesante hacer notar que el Bitcoin rompió la barrera de $30,000, un incremento de más del 400% y algo difícil de explicar, ya que es una moneda virtual sin ningún respaldo gubernamental.

El dólar está en su nivel más bajo de 3 años y está presionado tanto por el exceso de liquidez en el mercado como por la incertidumbre política que ya pronto se resolverá.

Les envío como cada mes un caluroso saludo y mis mejores deseos para un 2021 de salud, paz, tranquilidad y un retorno a la normalidad.

Luis


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.