Enlace Judío México e Israel –El 13 de enero de 1898, el célebre escritor francés Émile Zola —por entonces, en la cumbre del éxito— publicó su célebre texto “Yo acuso”, para exponer al público la farsa que había sido el juicio contra el militar judío Alfred Dreyfus, acusado de alta traición y condenado a prisión perpetua en la Isla del Diablo.

Zolá desató una tormenta política que sacudió a Francia y la partió en dos, exhibiendo por un lado la miseria moral de ciertos núcleos de la aristocracia política y militar de Francia, más obsesionados con nutrir su antisemitismo que con hacer justicia; pero por otro lado, también logró levantar a muchos artistas destacados de su tiempo —Monet, Jarry, Proust, entre otros— a favor de una causa, e incluso fue este el momento crítico en el que se consolidó la idea de “el intelectual” como figura pública e influyente no sólo en su área de trabajo artístico, sino incluso en la política.

Irving Gatell nos cuenta todo el periplo que fue el Caso Dreyfus, el impacto del texto de Zola, y las consecuencias imprevisibles que, por sorprendente que parezca, todavía no llegan a su fin. Muchos de los debates filosóficos en los que la aportación francesa ha sido lo mismo buena que mala, pueden rastrearse a la profunda crisis moral y social que significó el juicio contra un militar, cuyo único delito fue ser judío.

A 123 años de distancia, el J’accuse de Zola sigue siendo un faro que ilumina a la humanidad en su lucha por hacer de la política y la justicia algo digno, honorable, y que valga la pena para todos los seres humanos.


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