Enlace Judío.- Israel debería cerrar sus cielos para evitar que ingresen al país personas infectadas con variantes del coronavirus, dijo el lunes un funcionario del Ministerio de Salud al sitio web hebreo Ynet.

ROSSELLA TERCATIN

‘Las personas que regresan del extranjero deberían ponerse en cuarentena en los hoteles‘.

En la primera semana de enero se han registrado un tercio de las muertes por coronavirus debido al hacinamiento en los hospitales.

En la entrevista, el Dr. Orly Greenfeld, director médico del programa nacional de vacunas del ministerio, explicó que si bien sería aconsejable cerrar el aeropuerto por un corto período de tiempo, mientras tanto es crucial enviar a las personas que regresan del extranjero a la cuarentena en hoteles, publicó The Jerusalem Post.

Sus comentarios se producen en el contexto de una tercera ola de coronavirus que está cobrando un alto precio en el país, que cruzó el umbral de las 4.000 muertes el domingo y tiene unos 1.130 pacientes en estado grave, 273 de los cuales están con respiradores.

Las autoridades también están considerando exigir que los israelíes que regresan del exterior presenten una prueba de coronavirus negativa como condición para permitirles volver a ingresar al país, pero la medida presenta algunos desafíos legales.

Las variantes altamente contagiosas del virus, incluidas la variante británica y las variantes sudafricanas, se consideran factores clave en el reciente aumento de casos, a pesar del éxito de la campaña de vacunación, con estudios preliminares que indican que la vacuna sí tiene efecto para frenar la tasa de infección.

Unos 2.116.257 israelíes se habían vacunado hasta el domingo por la noche, y 309.065 habían recibido la segunda dosis de la vacuna. El mismo día, se reportaron en el país unos 5.616 nuevos casos de COVID-19, con un 9,1% de las pruebas que dieron positivo, según una actualización del lunes por la mañana del Ministerio de Salud.

Si bien el 9.1% es un récord en el porcentaje de pruebas que dieron positivo desde el comienzo de la pandemia, el número de pruebas también fue inferior al promedio.

El elevado número de casos también está ejerciendo una presión sin precedentes sobre el sistema de salud.

SEGÚN una investigación realizada por científicos del Instituto Weizmann y la Universidad Hebrea, aproximadamente una de cada tres muertes por coronavirus en la primera semana de enero se debió al hacinamiento en los hospitales y podría haberse evitado, informó Radio del Ejército el lunes.

El equipo dirigido por el profesor del Instituto Weizmann Eran Segal comparó las tendencias de la segunda y la tercera ola de la pandemia en Israel y encontró un exceso de mortalidad de alrededor del 25% durante esta última, según el informe.

Jerusalén es una de las ciudades que lucha con una morbilidad y un número de pacientes hospitalizados especialmente elevados. Para aliviar la carga de sus hospitales, así como de algunas instalaciones en la parte central del país, algunos de los pacientes con coronavirus han sido hospitalizados en el Centro Médico Herzog, que se especializa en geriatría.

“A pesar de la gran carga de trabajo que enfrentamos, el Centro Médico Herzog ha intervenido para ayudar a otros centros médicos que también están experimentando cargas de trabajo excepcionales”, dijo su gerente general, Kobi Habib.

Unos 110 pacientes estaban hospitalizados en Herzog hasta el lunes por la mañana, 46 de los cuales se encontraban en estado grave.

Ante el hacinamiento de los hospitales del país, así como la tasa de reproducción que aún no ha bajado a uno, la reunión de gabinete que estaba prevista para el miércoles se adelantó para el martes para que el gobierno pueda determinar los próximos pasos para afrontar la crisis.

Los funcionarios de salud recomendarán extender el bloqueo una semana más, dijo el domingo el comisionado de coronavirus, el profesor Nachman Ash, durante una conferencia de prensa.

Mientras tanto, según el medio hebreo Kan, el Ministerio de Salud está trabajando en un esquema para reabrir el sector cultural en las próximas semanas, permitiendo que quienes hayan recibido ambas inyecciones de la vacuna, quienes se hayan recuperado del virus o quienes presentem una prueba negativa puedan asistir a eventos culturales.

También el lunes por la mañana, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, anunció que se desplegarían 24 guardias de seguridad adicionales en el departamento de salud mental de los hospitales, a la luz del creciente número de casos de violencia contra el personal médico.

“Estamos comprometidos con la seguridad de los pacientes y el personal médico”, dijo Edelstein. “En las discusiones presupuestarias en el próximo gobierno, su seguridad se abordará de manera aún más amplia”.

Maayan Jaffe-Hoffman contribuyó a este informe.

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