Enlace Judío México e Israel – Nos situamos en marzo de 2020. John está experimentando dificultad para respirar, fatiga y fiebre baja, y una misteriosa pérdida de sus sentidos del olfato y el gusto. Una prueba revela que es positivo para COVID-19.  En unas semanas, el hombre de 38 años, por lo demás sano, está en la unidad de cuidados intensivos con un ventilador. La infección se sale de control como un tornado, devastando todos los órganos a su paso. ¿Qué impulsó ese ciclón fisiológico de dos meses? Inflamación.

Expertos del hospital Cedars Sinai Los Ángeles explican en un lenguaje sencillo el proceso por el cual nuestro cuerpo reacciona ante ataques a nuestro sistema inmunológico.

La inflamación crónica desencadena una cascada de efectos en el cuerpo.

A continuación, se muestra un esbozo de cómo funciona: Algo activa el sistema inmunológico. Ya sea un corte en un dedo provocado por un papel, una enfermedad crónica o un nuevo coronavirus, tu cuerpo se pone a la defensiva.

El sistema inmunológico lanza un ataque. El cuerpo responde con un proceso inflamatorio, incluida la expansión de los vasos sanguíneos, para aumentar el flujo sanguíneo a las áreas afectadas.

En lugar de retroceder cuando la amenaza desaparece, el sistema inmunológico continúa atacando.

Los productos químicos inflamatorios continúan inundando el área, dañando el tejido sano. Con el tiempo, esta inflamación crónica de bajo grado puede provocar enfermedades como cáncer, enfermedades cardíacas, demencia, artritis y depresión.

Modelo inflamatorio

Aunque la inflamación es un sello distintivo de COVID-19, los mecanismos desencadenantes siguen siendo un signo de interrogación. En consecuencia, Moshe Arditi, MD, director de la División de Inmunología y Enfermedades Infecciosas Pediátricas de Cedars-Sinai, trabajó con un colega para concentrarse en una proteína del SARS-CoV-2 (el nuevo coronavirus), llamada superantígeno, que puede generar al sistema inmunológico una peligrosa sobredosis similar al síndrome de choque tóxico.

El equipo utilizó un modelo informático para detallar la interacción entre la proteína SARS-CoV-2 y las células T. Como soldados del sistema inmunológico, las células T luchan contra las infecciones. Pero cuando se alistan demasiadas, generan cantidades masivas de citocinas inflamatorias, proteínas cruciales para la señalización del sistema inmunológico, en lo que se llama una “tormenta de citocinas”.

Arditi se sintió atraído por el misterio después de ver los primeros informes de una afección llamada síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) que se había identificado en pacientes pediátricos con COVID-19. El síndrome es raro, lo cual es una suerte, ya que puede ser fatal.

Descubrir las similitudes en el nivel de proteínas entre el SARS-CoV-2 y la estructura bacteriana que causa el síndrome de choque tóxico podría conducir a mejores tratamientos, no solo para los pacientes con MIS-C, sino también para los adultos con COVID-19 que experimentan una tormenta de citocinas.


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