Enlace Judío – Científicos de la Universidad de Tel Aviv han demostrado en ratones de laboratorio que los anticuerpos monoclonales pueden sustituir a los antibióticos para impedir el crecimiento de gérmenes de la tuberculosis, informó el portal Israel21c.

Los anticuerpos de pacientes que se han recuperado de una determinada enfermedad pueden inyectarse en una persona enferma para estimular el sistema inmune.

El equipo de investigación encabezado por la Dra. Natalia Freund y Avia Watson de la Facultad de Medicina Sackler de la universidad logró aislar anticuerpos de un paciente con tuberculosis que se había recuperado.

Según la universidad, esta la primera vez que los investigadores logran desarrollar un “antibiótico biológico” a partir de anticuerpos humanos.

Los anticuerpos monoclonales son utilizados para combatir el cáncer, las enfermedades autoinmunes y las infecciones virales como el COVID-19.

“Durante los últimos años, los antibióticos han sido nuestra única arma contra las infecciones bacterianas”, explica Freund.

“Desafortunadamente, los antibióticos son cada vez menos eficaces y, en los principales casos de resistencia a los medicamentos, los médicos tienen las manos vacías a la hora de encontrar una solución adecuada para sus pacientes. Por lo tanto, se requieren nuevas formas de matar las bacterias”.

“Nuestro estudio es una prueba inicial del empleo de anticuerpos monoclonales como terapia eficaz para combatir los patógenos bacterianos”, añadió.

Los anticuerpos monoclonales producidos en el laboratorio de Freund funcionan contra tres cepas de la bacteria tuberculosa, y se espera que también sean eficaces contra otras cepas que no se investigaron.

Los anticuerpos inhibieron el crecimiento de las bacterias y redujeron sus niveles en ratones de laboratorio en un 50%, en comparación con los que no fueron tratados.

“El modelo que demostró ser exitoso en este estudio nos permitirá ampliar nuestro trabajo futuro para incluir otras enfermedades como la neumonía y las infecciones por estafilococos”, concluyó Freund.

El estudio realizado en colaboración con laboratorios de Estados Unidos y China fue publicado en la revista Nature Communications.

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