Rab Shlomo Katz – En la parashá de esta semana, se erige el Mishkán / Tabernáculo. Sin embargo, dice la Torá (40:35), “Moshé no pudo entrar en el Ohel Mo’ed / Tienda de la Reunión, porque la nube se posó sobre él, y la gloria de Hashem llenó el Mishkán”.

Los comentarios señalan que no hubo un hecho paralelo -es decir, no se mencionó que la gloria de Hashem llenara el recinto- cuando se dedicó el Bet Hamikdash en Jerusalén (480 años después). Esto sugiere que el Mishkan en el desierto era más sagrado que el Templo en Jerusalén. Por otra parte, el Templo se llama “Bet Hamikdash”, un Bayit / casa, lo que sugiere un grado de importancia que el Mishkan, que era un Ohel / Tienda, no tenía.

R’ Michel Zilber shlita (rosh yeshiva de la yeshiva Zvhil en Yerushalayim) explica: Hay dos maneras de “medir” la revelación Divina. Una es la intensidad de la revelación en sí misma, mientras que la otra es su efecto más amplio. En el Mishkan, la revelación de la Shejiná era intensa, pero aún no se sentía en el mundo en general. La revelación de Hashem en el desierto no estaba “en casa” en este mundo; así, la Shejiná residía en un Ohel / tienda. Por el contrario, la revelación en el Bet Hamikdash fue menos intensa, pero sus efectos se sintieron en el resto del mundo. Esa revelación estaba “en casa” en este mundo; por lo tanto, la Shejiná residía en un Bayit / casa.

El tercer Bet Hamikdash, que se construirá en el futuro, tendrá ambos niveles de revelación Divina, señala R’ Zilber: la intensidad de la revelación en el Mishkan y también los efectos generalizados de la revelación en el primer Bet Hamikdash.

Fuente: torah.org