Enlace Judío – A pesar de que hoy contamos con doce vacunas autorizadas aplicándose a más de 300 millones de terrícolas en distintos países, la carrera por tener vacunas contra COVID-19 sigue. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud existen actualmente 263 proyectos en desarrollo de los cuales 81 están en las fases clínicas probándose en voluntarios humanos, y el resto, entre las que están las seis vacunas mexicanas, se encuentran en la etapa preclínica.

En esta etapa inicial los investigadores evalúan con sumo cuidado la inmunogenicidad, eficacia y seguridad de sus candidatos a vacunas en modelos animales y líneas celulares de laboratorio para probar que sí promueven una respuesta inmunológica capaz de prevenir COVID-19.

Una vez que las vacunas terminan esta primera fase experimental los científicos podrán solicitar autorización a las agencias regulatorias de salud para comenzar las pruebas clínicas en humanos y buscar aliados en la industria biotecnológica para producirla a mayor escala y bajo los máximos estándares de calidad para administrarla a los primeros voluntarios sanos en fase 1.

En México contamos con varios candidatos a vacunas contra COVID-19 en desarrollo, de los cuales seis están en el Consorcio de Científicos Innovadores en Vacunas que dirige la investigadora emérita Dra. Esther Orozco y que ha recibido apoyo del gobierno mexicano a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) de la Secretaria de Relaciones Exteriores. 

Cada una de estas seis vacunas es distinta en su diseño, siendo dos de ellas de diferentes vectores virales, tres hechas de subunidades proteicas y una de nanoplásmido.

La UNAM cuenta con dos candidatos, una desarrollada por la Dra. Laura Palomares y el Dr. Tonatiuh Ramírez, del Instituto de Biotecnología en Cuernavaca; y la otra diseñada en el Instituto de Investigaciones Biomédicas por el Dr. Juan Pedro Laclette y la Dra. Edda Sciutto.

Por su parte, el CINVESTAV cuenta con un proyecto de la Dra. Beatriz Xoconostle, y la Universidad Autónoma de Querétaro el de la rectora Teresa García y el Dr. Juan Joel Mosqueda al frente.

También están la del Dr. José Manuel Aguilar del recién fundado Instituto Gould-Stephano y la del Dr. Bernardo Lozano director general del Laboratorio Avimex, una empresa mexicana que desde 1952 se dedica a la investigación, desarrollo y manufactura de productos biológicos para la salud animal.

Seguiremos atentos a cada uno de ellos ya que muestran las grandes capacidades científicas, promueven la capacidad de transferencia biotecnológica en el país y hacen más robusta, dando mayor independencia, la respuesta de México ante retos como el que estamos viviendo.


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