Enlace Judío.- En agosto pasado, una startup israelí lanzó su primera ecografía casera para futuras mamás, sin tener necesidad de visitar una clínica médica.

GADI ZAIG

Los coronavirus podrían ser vulnerables a las vibraciones del ultrasonido (ecografía), según nuevos estudios realizados por el Departamento de Ingeniería Médica del MIT, según un informe de MIT News.

“Hemos demostrado que bajo la excitación de ultrasonido, la capa y los picos del coronavirus vibrarán, causando un daño visible en la capa exterior y posiblemente un daño invisible en el ARN en el interior”, dijo el profesor del MIT, de acuerdo a una publicación de The Jerusalem Post.

Si se puede demostrar experimentalmente que estas pruebas dañan los coronavirus, siempre que se demuestre que el daño tiene un efecto terapéutico, la ecografía podría utilizarse para tratar y posiblemente prevenir la infección por coronavirus, dijo el equipo de investigación del MIT.

Los investigadores también imaginaron la posibilidad de “transductores de ultrasonido en miniatura”, construidos dentro de los teléfonos y suficientemente pequeños como para caber en los bolsillos de las personas, que también podrían protegerlas del virus.

El equipo de investigación del MIT pudo realizar su investigación a través de simulaciones por computadora, que mostraron ondas de ultrasonido en frecuencias que pueden causar el colapso de los picos y capas del virus.

Los investigadores enfatizan que los resultados son solo preliminares y se basan en datos limitados sobre las propiedades físicas reales del virus.

Sin embargo, dijeron que su trabajo puede conducir a un posible tratamiento basado en ultrasonido que se desarrollará para COVID-19.

“Hemos demostrado que bajo la excitación por ultrasonido, la capa y los picos del coronavirus vibrarán, y la amplitud de esa vibración será muy grande, produciendo cepas que podrían romper ciertas partes del virus, causando daños visibles en la capa externa y posibles daños invisibles al ARN en el interior”, dice Tomasz Wierzbicki, profesor de mecánica aplicada en el MIT.

La única pregunta que queda es qué tan efectiva puede ser la ecografía cuando daña el virus dentro de una persona infectada.

En el pasado, los científicos han trazado la estructura general del coronavirus utilizando estudios previos, que se basan en una categoría completa de virus que incluye la influenza y el VIH.

“Analizamos la familia general de coronavirus y ahora estamos analizando específicamente la morfología y geometría de COVID-19. El potencial es algo que podría ser grande en la situación crítica actual”, dijo Wierzbicki, y enfatizó que aún hay más investigación por hacer para demostrar científicamente que la ecografía puede ser una estrategia de prevención y un tratamiento adecuado contra el nuevo coronavirus.

Si se demuestra que las hipótesis tienen éxito, podría ser muy beneficioso para la salud de las mujeres embarazadas y sus futuros hijos.

En agosto pasado, una startup israelí lanzó su primer ultrasonido casero para futuras mamás, sin tener la necesidad de visitar una clínica médica.

El mes pasado, se informó que solo entre el 1% y el 3% de los casos una madre embarazada le había transmitido el virus directamente a su bebé.

Rossella Tercatin y Maayan Jaffe-Hoffman contribuyeron a este informe.

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