Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, hizo un llamado expreso a Gideon Sa’ar y Naftali Bennett, líderes de los partidos Tikvá Jadashá y Yamina, para que reconsideren sus posturas y se le unan en los esfuerzos para establecer un nuevo gobierno en el país.

Netanyahu ofreció un mensaje público a medios por primera vez desde la noche de las elecciones del pasado 23 de marzo, que dejaron un estancamiento político en Israel y un complejo panorama para el establecimiento del nuevo gobierno.

“Regresen a casa, conformemos un gobierno de derecha estable que dure años. Unámonos. No es ningún secreto que ha habido desacuerdos entre nosotros por años, pero supimos superarlos y trabajar juntos”, fueron las palabras que dirigió a Sa’ar y Bennett, recogió Ynet.

El mandatario aseguró que la “claridad” del electorado asentó una mayoría de 65 escaños para la derecha en la Knéset. No obstante, dentro de este amplio respaldo a los partidos de derecha referido por Netanyahu se cuenta a Tikvá Jadashá, cuyo líder se opone a que él continúe como primer ministro, y a Yamina, cuya postura sigue siendo indecisa.

“Esto hace posible formar un gobierno de derecha estable que servirá durante años y llevará a Israel a mayores logros en beneficio de todos los israelíes”, dijo.

Entre los retos que esperan a Israel, Netanyahu señaló el programa nuclear de Irán, el fortalecimiento de la actividad de asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania), más acuerdos de paz con naciones árabes y la vacunación contra COVID-19 de los menores de 16 años.

Advirtió que de no establecerse un gobierno de derecha, llegará al poder un gobierno de izquierda “inestable” que “caerá muy rápido”.

Poco después del mensaje de Netanyahu, Sa’ar rechazó la oferta por medio de un par de mensajes en Twitter.

“Mi respuesta: Cumpliré con mi compromiso hacia el elector. No me uniré ni respaldaré un gobierno liderado por Netanyahu. La permanencia de Netanyahu en el cargo, que prefiere su bien personal por encima del bien del país, perjudica a Israel“, dijo.

Además, Sa’ar insinuó que un gobierno no encabezado por Netanyahu pero liderado por otro político del Likud, entre los que mencionó a Yuli Edelstein, a Yisrael Katz o a Nir Barkat, podría conformarse de manera sencilla y rápida para permitir resolver la crisis política.

Mientras que desde Yamina, expresaron: “Naftali Bennett se preocupa por los ciudadanos, no por los puestos en la lista del partido. Bennett continuará haciendo todo esfuerzo para establecer un gobierno bueno y estable que rescate a Israel del caos”.

El mensaje del primer ministro llegó horas después de que el presidente Reuven Rivlin recibió los resultados oficiales de las elecciones de manos del Comité Central Electoral de Israel, en medio de las negociaciones entre los partidos pro-Netanyahu y anti-Netanyahu para intentar estructurar una coalición de gobierno.

Al recibir los resultados, Rivlin dijo que su consideración central al elegir un candidato para formar el próximo gobierno sería su “posibilidad de formar un gobierno que gane el respaldo de la Knéset“, una posible indicación de que no necesariamente elegirá al legislador con más recomendaciones formales.

Rivlin dijo que la crisis política extendida fue dañina para la democracia de Israel y pidió un gobierno que “apruebe el presupuesto estatal, supervise la sanación de los sistemas y ciudadanos afectados y rescate a los organismos estatales del congelamiento político en el que hemos aterrizado en un momento en que la gente necesita los órganos estatales más que nunca”.

El presidente agregó: “Realmente espero que los funcionarios electos, representantes del público, sean capaces de escuchar al pueblo israelí y su llamado a coaliciones fuera de lo común, colaboraciones que atraviesen sectores, trabajando de manera seria y dedicada. por el bien de todos los ciudadanos de Israel“.

Si 61 o más de los 120 legisladores de la Knéset recomiendan un candidato, es casi seguro que Rivlin le encomendará la tarea de construir una coalición. Pero si no es así, no hay una pauta clara sobre cómo Rivlin debe decidir a quién confiar la tarea.

Por ley, el primer ministro designado puede ser cualquiera de los 120 diputados recién elegidos. Él o ella no tiene que ser el jefe del partido más grande, ni siquiera el jefe de un partido en absoluto.

El presidente Rivlin comenzará con las consultas con los partidos políticos el lunes. Se espera que para el miércoles de la siguiente semana encomiende la formación de gobierno al legislador que más considere apto.

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