Enlace Judío – La Marcha de la Vida, con base en el estudio de la Shoá y de la importancia de la existencia de Israel, este año se llevará a cabo en homenaje a los médicos judíos durante el Holocausto.

DR. MICHAEL BEIGEL

Cuando hablamos acerca de los médicos durante el Holocausto, lo primero que se nos viene a la mente es Mengele, el más famoso y reconocido doctor nazi. Pero en realidad los doctores y la medicina durante el Holocausto es algo mucho más que Mengele, mucho más que los doctores nazis.

En la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén se da un curso para los estudiantes de Medicina y Enfermería,  que trata precisamente acerca de la medicina, los doctores y las enfermeras durante el Holocausto. Tanto sobre su “lado obscuro” (nazis) como su lado “iluminado” (los médicos judíos). 

Actualmente estamos preparando este curso para brindarlo como uno abierto a todo el país y también para todo el mundo. 

Hace unos meses la importante revista The Lancet (una revista médica británica, publicada semanalmente y que ocupa el segundo lugar en factor impacto) mencionó la importancia del estudio de las doctores durante el Holocausto, en todas las escuelas de medicina del mundo.

Y nosotros nos preguntamos: ¿Porqué doctores? ¿Porqué Medicina? ¿Porqué no ingenieros, matemáticos, sociólogos o cualquier otra profesión?

Y las principales respuestas que encontramos son:

  1. Por la gran influencia que tienen los médicos en la sociedad.
  2. Porque son los médicos quienes tienen en sus manos la vida y la muerte de los seres humanos.
  3. Porque es sumamente importante estudiar la ética médica, tanto en situaciones normales, como en situaciones extremas, como fueron los guetos, los campos de trabajo y los campos de exterminio. Los principios de investigación científica de hoy en día, con respecto a experimentos hechos con seres humanos, están basados en lo que pasó en los campos de concentración, así como lo que se oyó y se supo durante los juicios de Núremberg.
  4. Porque estudiar y “tratar” de entender lo que sucedió durante el Holocausto con respecto al terrible e inhumano comportamiento de los médicos nazis, no significa de ninguna manera perdonarlos, pero esta es la única manera, estudiándolos, para que la historia del horror no vuelva a repetirse.

El lado obscuro de la medicina

Si alguien piensa que los médicos nazis eran un puñado de “sicópatas”, “enfermos que no tienen nada que ver con nosotros”, está equivocado. 

La medicina alemana a principio del siglo XX era la más avanzada del mundo, recibiendo el número más grande de premios Nobel en Medicina y Ciencias.

Los centros médicos académicos más avanzados en el mundo eran una copia de los centros alemanes. 

Los primeros “códigos” éticos para la investigación en humanos se escribieron en Alemania.

Toda la medicina nazi (individuos, profesión y organismos), al igual que todo el establishment académico y científico, fueron una parte integral e indispensable en todas las fases del nazismo, desde su comienzo, con las teorías de eugenesia (superación de la raza) hasta la “solución final”.

En la mayoría de los casos los médicos nazis fueron los encargados no solo del planeamiento, sino también fueron los responsables en llevar a cabo los procedimientos que se utilizaron:

  • 1933: Ley de Esterilización y Esterilización Eugénica (sobre aproximadamente 360,000 enfermos)
  • 1935: Las Leyes de Núremberg
  • 1939: Eutanasia infantil
  • 1939: Aktion T4 (eutanasia de los que “no merecen vivir”)
  • 1939: Experimentos médicos
  • 1941: Eutanasia salvaje
  • 1942: La solución final (selección y supervisión de cámaras de gas)

Más de 38,000 médicos (48%, casi la mitad del total de los médicos en Alemania), se incorporaron al partido nazi y siguieron ahí hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En Austria fueron el 90%. Más de un 7% de todos los médicos eran miembros de las SS, en comparación con menos del 0.5% de la población general.

El idioma que usaron los nazis era médico-biológico. Querían “curar” al pueblo alemán de sus males, de los defectos que tenía el cuerpo alemán: judíos, gitanos, enfermos mentales, eslavos, homosexuales. El genocidio representaba salud pública y la salud pública era, para los nazis, más importante que la salud del individuo.

etica medica durante el holocausto

La Medicina del lado “iluminado”

También los médicos judíos se enfrentaron a pruebas y desafíos morales casi imposibles. Algunos de ellos fracasaron y muchos otros se comportaron de manera admirable. ¿Y quiénes somos nosotros para juzgarlos hoy en día?

La medicina judía en Alemania y Polonia, antes de la Segunda Guerra Mundial, era de un nivel extraordinario, que incluía hospitales, clínicas, medicina moderna, centros para bebés, etc., todo organizado por la Sociedad de Protección de la Salud para la Población Judía: TOZ (Towarzystwo Ochrony Zdrowia Ludnosci Zydowskiej).

Y sin embargo, ya en 1936, 4,000 de los médicos judíos en Alemania perdieron su derecho de ejercer su profesión.

En 1939, después de la invasión nazi a Polonia y con la creación de los guetos, los médicos judíos sólo podían tratar a judíos, y en condiciones de una terrible escasez. Y aún así, la medicina en los guetos fue de un muy alto nivel, muy profesional y sobre todo ética, que incluyó salud pública, vacunaciones, hospitales, clínicas, farmacias, investigación, conferencias médicas, así como cursos y librerías médicas.

Un ejemplo extraordinario es el gueto de Varsovia, que tenía 800 médicos, 6 centros de salud, 2 hospitales, 3 clínicas externas, 19 farmacias, 4 baños públicos, laboratorios bacteriológicos y químicos, y comités médicos. Es difícil de captar que en las terribles condiciones del gueto  existieran (hasta la liquidación del mismo) una escuela de enfermería con 80 estudiantes y una facultad de Medicina clandestina que incluía 500 estudiantes, de los cuales 50 sobrevivieron el Holocausto y se graduaron como médicos.

Al no existir la posibilidad de combatir el hambre y curar en el gueto a los que morían por falta de comida, varios doctores decidieron, en 1942, llevar a cabo una investigación científica acerca del hambre, investigación de un alto nivel que fue publicada después de la guerra.

investigación publicada sobre el holocausto

Medicina de alto nivel existió también en los guetos Theresienstadt, Vilna, Lodz y Kovna, por solo mencionar a los más importantes.

¿Qué fue lo que motivó a los médicos judíos para crear, en medio de las condiciones de vida más difíciles que puedan imaginarse, hospitales, cursos, investigación médica?

Pensamos que fue la esperanza de existir, la esperanza, de un futuro, de libertad, de una vida “normal”.

Me gustaría terminar este artículo con las palabras de los profesores en medicina M.K. Wynia y A.L. Wells:

La medicina es poderosa, tal vez hoy más que nunca,
y los médicos tienen una posición poderosa en la sociedad. 

El espectro de la conducta profesional tiene en un extremo
a los médicos como santos o como semidioses virtuales,
mientras que en el otro extremo,
a los médicos que utilizan su poder para dañar o incluso matar.

Las llamas que quemaron a gente viva en los hornos del infierno Auschwitz,
eran iluminadas y atendidas por médicos. 

No podemos pasar por alto esta realidad histórica,
ni podemos darnos el lujo de creer que no tiene ninguna relevancia en la actualidad
simplemente porque no estamos viviendo hoy en las llamas. 

Estas llamas proyectan una luz,
que como un faro que alumbra un peligro,
así la medicina, tanto hoy como en el futuro,
puede y debe utilizar esa la luz de las llamas del infierno,
las lecciones aprendidas de los médicos nazis,
como un faro de advertencia.

 


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