Enlace Judío – El régimen nazi estipuló de una manera muy clara quiénes eran los miembros que no debían ser parte de la sociedad, sobre todo, de la aria que Adolfo Hitler quería lograr. Se sabe que los judíos eran sus principales enemigos, sin embargo, el nazismo persiguió a otras minorías y las sometió a encarcelamientos, a trabajos forzados, a crueles experimentos médicos y finalmente a la muerte.

 

¿Quiénes fueron también los perseguidos del nazismo? 

Los enfermos mentales

Para el peor genocida de la historia, los enfermos mentales eran vidas que no merecían ser vividas, pues éstas no aportaban económicamente nada a la sociedad. Fue tanto el odio de Adolf Hitler a los enfermos mentales que ordenó para ellos la operación Aktion T4, un sistema de eutanasia asistida en donde se calcula que fueron asesinadas poco más de 100,000 personas.

Opositores políticos

Es claro que una dictadura como la de Adolf Hitler no permitió ni la más mínima oposición. Desde su ascenso al poder el 30 de enero de 1933, Adolfo Hitler dejó muy claro que los que no lo siguieran eran considerados enemigos del Estado y ese mismo año abrió para los opositores políticos el primer campo de concentración en Alemania, llamado Dachau.

Gitanos

Para los nazis los gitanos eran una etnia social que simplemente se debía erradicar. En Auschwitz fueron identificados por un triángulo café en su ropa y se calcula que durante la Segunda Guerra Mundial fueron asesinados entre 90,000 y 150,000 gitanos en los distintos países ocupados.

Homosexuales

Identificados en los campos de concentración por un triángulo rosa, los homosexuales fueron duramente maltratados durante el Holocausto, pues eran vistos como un impedimento para que la raza aria se pueda reproducir.

En varias ocasiones los terribles experimentos médicos nazis narran la apertura de cerebros en hombres homosexuales vivos, con la idea absurda de encontrar en dichos cerebros el hemisferio que mostrara la homosexualidad.

Estas minorías son algunos de los grupos sociales más perseguidos del nazismo, de modo que el tema del Holocausto no debe de interesar solo a los judíos, sino a todo aquél que se declare en contra del maltrato y del racismo.

 


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