Enlace Judío México e Israel – Gabriela Sztrigler Lew es una joven judía mexicana, trabajadora humanitaria que será portadora de la antorcha de la Diáspora por Yom Haatzmaut en Israel en la ceremonia de encendido de antorchas que se llevará a cabo el 14 de abril de 2021.

Sztrigler Lew ha participado en más de 10 intervenciones humanitarias dentro y fuera de México, recientemente participó en el equipo de respuesta de CADENA enviado a Honduras para el socorro humanitario posterior a los huracanes ETA e IOTA en 2020.

Gabriela estudió en el Colegio Hebreo Sefaradí. Actualmente estudia diseño textil en la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México.

Samantha Sztrigler, madre de Gabriela habló en exclusiva con Enlace Judío sobre la vocación altruista que caracteriza a Gabriela y que significa para su familia y para la comunidad judía en México la participación de su hija en la ceremonia del encendido de antorchas.

“A Gabriela siempre le ha gustado ayudar, siempre ha sido algo que está en su ADN. Nos pidió permiso de hacer el programa de CADENA. Y se fue y fue muy feliz, si fue duro para ella. Sé que los chavos que van a eso no esta tan fácil, pero ella dijo que fue lo mejor que pudo hacer en su Hajshará. Y regresó feliz y contenta y esta comprometida con CADENA a seguir haciendo más misiones y rescates”, comentó.

Sztrigler Lew participó en noviembre de 2020 en los esfuerzos de socorro por las afectaciones de los huracanes ETA e IOTA en Honduras como parte de la misión de Shalom Corps, organización establecida del Ministerio de Asuntos de la Diáspora de Israel y la Agencia Judía para Israel.

Sobre la participación de Gabriela en las operaciones de socorro humanitario posterior a los huracanes ETA e IOTA en Honduras, Samantha nos compartió que dejar ir a esta misión a su hija fue muy difícil, pues además de las circunstancias del desastre natural estaba la pandemia.

“Se fue a Honduras hace poco, esa fue otra que me costó muchísimo trabajo por la pandemia. Me daba muchísimo miedo que se fuera y literalmente me mandó un WhatsApp diciendo “Ma, yo entiendo que tienes miedo, pero me voy a cuidar muchísimo. Regresando si quieres me meto en cuarentena par ano poner en riesgo a nadie, pero es mi granito de arena para ayudar al mundo y esto es lo que me hace feliz”; y mi esposo y yo lo hablamos y decidimos dejarla ir y que bueno que la dejamos ir por que fue una gran oportunidad para ella”, admitió.

Samantha reconoció que la vena altruista viene desde generaciones atrás, toda su familia ha tenido la oportunidad de ayudar en distintos medios y de esa manera ha inculcado a sus tres hijas ayudar a quien lo necesita.

“Somos una familia que nos gusta la ayuda humanitaria en general, tratamos de hacer lo más que podemos por quien podemos. Yo estuve dando clases como servicio social en la Sefaradí, tuve un programa donde les enseñe a niños de 1°, 2° y 3° de secundaria un programa de como rescatar y ser humanos con los animales. Los lleve a un refugio donde hay más de mil 200 perros, conseguimos dinero para donarles comida, en Janucá íbamos a entretener a adultos mayores. En lo que podemos y si se nos solicita que ayudemos ahí estamos, lo que se necesite siempre. Educamos a las niñas de que es más bonito dar que recibir. Nos gusta ayudar pero sin hablar. No necesitamos anunciar”, detalló.

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